Sin duda había mucha expectativa por la reunión ya que, si bien el trabajo que viene realizando es impecable, no podría ser considerado nunca pro oficialista, sino todo lo contrario. Sin ir más lejos, han denunciado irregularidades en la contratación de hoteles para albergar a los sin techo y de las empresas que prestan el servicio de comedores escolares. También denunciaron el pago de sobreprecios, irregularidades y falta de control en la compra de medicamentos en los hospitales porteños durante el 2000 y el 2001y otros temas que involucran directamente a funcionarios o áreas del Gobierno de la Ciudad.
Sin embargo, los integrantes de la comisión de Presupuesto de la Legislatura porteña no hicieron más que halagar tanto a la defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alicia Oliveira, como a los defensores adjuntos Antonio Brailovsky, Gustavo Lesbegueris, Diana Maffía y Alejandro Nató, por su intensa labor durante este año. Esta reunión fue otra de las tantas que han programado los legisladores para discutir partida por partida, el proyecto de Presupuesto 2003, enviado al Parlamento porteño por el Poder Ejecutivo local.
Cabe destacar que la partida presupuestaria de la Defensoría del Pueblo en el 2000 fue de 6.557.118 pesos, mientras que, al año siguiente, el presupuesto aprobado por la Legislatura para ese organismo fue de 6.202.600 pesos. La situación de emergencia económica hizo que el presupuesto de la Ciudad en el año 2002 fuera determinado por el Poder Ejecutivo, que decidió asignarle a la Defensoría un total de 5.874.015 pesos para el transcurso del año.
Pero la rebaja presupuestaria no fue acorde con la tarea que tuvo que despeñar ese órgano de control y reclamos ya que, mientras que en el 2000 se tramitaron 5.501 actuaciones, en 2001 esta cantidad se incrementó a 12.528, es decir, un 127,7 por ciento más. Además durante el 2002 la crisis generó una explosión de demandas y este organismo se transformó en una gran puerta abierta, donde se recibieron todo tipo de reclamos y quejas. Por ese motivo, los ombudsman porteños decidieron cambiar la metodología de trabajo para hacer más eficiente la labor cotidiana y empezaron a contabilizar las acciones iniciadas bajo el nombre de "quejas".
En la medición realizada durante los primeros seis meses de 2002, las quejas recibidas fueron 14.451, o sea, un 130, 7 por ciento más que en el primer semestre del año pasado. "Esto nos sirve para demostrar lo incongruente de la relación entre presupuesto asignado, por un lado, y la gestión y resolución de las quejas de los vecinos, por el otro. Mientras la crisis golpea duramente, un organismo donde se atiende a cientos de personas por semana y se solucionan muchísimos de esos reclamos, se le recortan las partidas que, en definitiva, van a la resolución misma de los problemas de los porteños", aseguraron desde la Defensoría.
Durante el encuentro estuvieron presentes, además de Laura Moresi (FG) -presidenta de la Comisión de Presupuesto- los diputados Oscar Moscariello (PDP), Eduardo Peduto (JyL), Sandra Dosch (FG), Delia Bisutti (ARI), Juliana Marino (Peronismo Independiente), Alicia Pierini (PJ), Jorge Enríquez (UCR) e Irene López de Castro (Bases y Puntos de Partida), entre otros.
La reunión se llevó a cabo en un ámbito de total cordialidad, en el que los legisladores realizaron preguntas a los representantes de este organismo, pero siempre de índole general y apuntando más a profundizar acerca de algunas investigaciones que a realizar una crítica de las mismas.
Tanto Oliveira como los defensores adjuntos solicitaron a los diputados que evaluaran la posibilidad de aumentar la partida presupuestaria del sector, a fin de poder continuar trabajando con la misma intencidad, cosa que se les viene haciendo muy dificíl debido a los recortes que han sufrido en el último tiempo. Aunque todos los presentes dieron fe de que la labor realizada ameritaba un aumento del presupuesto, todavía en Venezuela 842 no descorchan ningún champagne, porque en cuestiones de números, nunca está dicha la última palabra.
