El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, designó a un dirigente de la Coalición Cívica (CC), que responde a Elisa Carrió, al frente de la Oficina de Integridad Pública para controlar a los funcionarios públicos en la prevención de actos de corrupción y con la posibilidad de denunciarlos ante la Justicia en caso de sospecha de delitos.
El nombramiento de Joaquín Moro, de 40 años, fue publicado en el Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires, para estar desde el 1 de octubre a cargo del organismo que fue creado por una ley de la Legislatura, en noviembre del 2020, que dispuso la conformación de tres oficinas que funcionen dentro de cada uno de los poderes del Estado.
Moro se desempeñaba como secretario parlamentario bloque de diputados de la Coalición Cívica en la Cámara baja nacional, y anteriormente en una tarea similar en la Legislatura porteña, también en el espacio referenciado en Carrió.
Además, fue asesor legal en la Secretaría de Fortalecimiento Institucional que presidió el dirigente de la CC Fernando Sánchez durante la gestión del expresidente Mauricio Macri.
De acuerdo a la ley que dio origen a la Oficina de Integridad Pública, su labor se apoyará “sobre los principios y deberes éticos en el ejercicio de la función pública, regular las incompatibilidades, los conflictos de interés y los mecanismos de remoción y las respectivas sanciones por los incumplimientos”.
Y podrá recibir “denuncias por incumplimientos, debiendo preservar la identidad del denunciante”, así como “efectuar las denuncias ante la Justicia en caso de la detección de la posible comisión de un delito”, y contempla un régimen de sanciones disciplinarias.
Durante el debate legislativo, la iniciativa tuvo objeciones del Frente de Todos, cuyos integrantes señalaron que se dejaba de lado la propuesta de crear una única Oficina Anticorrupción dedicada a regular la función pública.