Los senadores oficialistas empezaron a levantar su voz reclamando modificaciones en el proyecto de ley de presupuesto 2023, con el aumento de subsidios energéticos para las provincias del norte y al transporte público de pasajeros del interior como punta de lanza de los pedidos que quieren que sean tenidos en cuenta por la Cámara baja.
La necesidad de cerrar todos los frentes posibles de conflicto no es un tema menor para el ministro de Economía, Sergio Massa, si se toma en cuenta que en la Cámara alta el Frente de Todos responde sin cortapisas a la voluntad política de Cristina Kirchner. Pesa el antecedente del rechazo del sector kirchnerista al acuerdo con el FMI.
Por esa razón, en algunos despachos oficialistas no descartaban la semana pasada la posibilidad de que se registraran “conatos de rebelión” que pudiera entorpecer o demorar la sanción del presupuesto 2023 en el Senado, aun cuando el texto salga de Diputados con el aval de Juntos por el Cambio, que ya impuso condiciones para aportar sus votos.
Los pedidos de los senadores iban a ser trasladados a la Cámara baja por el jefe del interbloque de senadores oficialista, José Mayans (Formosa), quien se encontraba recopilando las demandas cuando lo sorprendió el problema de salud que obligó a hospitalizarlo la semana pasada. Esto demoró el trámite. No obstante, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, el peronista Ricardo Guerra (La Rioja), estuvo en contacto toda la semana con su par de Diputados, el ultrakirchnerista Carlos Heller.
“Frente a inapropiados artículos periodísticos desmiento categóricamente que nuestro sector esté amenazando con rechazar el presupuesto”, escribió Guerra este domingo en un hilo de tuits en el que reconoció el trabajo conjunto con sus pares de la Cámara de Diputados. Sin embargo, el presidente de Presupuesto y Hacienda del Senado no es integrante del sector kirchnerista de la bancada oficialista.
Si se cumple el cronograma acordado por los líderes parlamentarios de Diputados, la iniciativa redactada por Economía estaría aterrizando en la Cámara alta en la primera semana de noviembre, cuando el Frente de Todos pretende comenzar un breve tratamiento en comisión para sancionarlo, a más tardar, antes del comienzo del Mundial de Fútbol de Qatar. De que los pedidos formulados por las provincias sean atendidos en Diputados dependerá la velocidad con la que el presupuesto 2023 se convertirá en ley.
Los reclamos
El de los subsidios es un tema espinoso en el presupuesto 2023, en particular el pedido de las provincias por un aumento en el aporte que el Estado nacional destina al transporte público de pasajeros. De hecho, por esta cuestión la semana pasada hubo un paro de 48 horas del sector en el interior del país.
Más aún, el reclamo unifica a oficialismo y oposición, que durante el debate en comisión de Diputados del proyecto coincidieron en exigir que se eleven a $100.000 millones los $66.000 millones presupuestados por Economía.
Otra partida que los senadores oficialistas quieren ver modificada es la de los subsidios a la energía, en particular para las provincias del norte ante el mayor consumo eléctrico en épocas de altas temperaturas. Quieren que la promoción de hasta 450 kilovatios se eleve, al menos, a los 750 kilovatios, como reclamó el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad (Frente Renovador de la Concordia).
La disputa promete ponerse caliente. Mucho más cuando varios senadores oficialistas del norte también miran con recelo el costo fiscal que implica la promoción industrial de Tierra del Fuego, de la que gozan unos pocos empresarios amigos del poder y que beneficia a la única provincia gobernada por La Cámpora.