Los jefes comunales del conurbano del Frente de Todos se encolumnan detrás de algunos diagnósticos en común. Uno de ellos es la política de seguridad. En ese marco, le plantearon al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que hay una “desarticulación” entre la gestión provincial y los municipios y el apuntado vuelve a ser el titular del Ministerio de Seguridad, Sergio Berni.
Los intendentes plantearon que son el “primer mostrador del reclamo”, en cuestiones de seguridad, y “muchas veces” no tienen las herramientas para dar respuestas.
La lupa sobre Berni no es nueva. En los últimos comunicados, tanto de reuniones de intendentes y del PJ bonaerense que preside Máximo Kirchner, sobrevoló una mirada crítica o preocupación por el tema de la inseguridad.
El 26 de septiembre, intendentes de la Primera y Tercera sección electoral se reunieron en Avellaneda. Con un comunicado, los intendentes -entre los que había funcionarios nacionales como Jorge Ferraresi, Juan Zabaleta o Gabriel Katopodis y provinciales como Martín Insaurralde o Leonardo Nardini- plantearon que fue “importante” la inversión realizada en el marco del Programa de Fortalecimiento de Seguridad para la Provincia de Buenos Aires ejecutado en 2020, pero pidieron “profundizar”, lo trabajado “para lograr mayor presencia en los barrios con nuevos patrulleros, mayor tecnología y equipamiento, lo que permitirá reforzar las tareas de prevención del delito”.
El Programa de Fortalecimiento de Seguridad surgió como un acuerdo entre Nación y Provincia en el que la administración central fijo invertir $37.700 millones en equipamiento, personal y tecnología. Eso ocurrió en el 2020 e incluía también un convenio con la Provincia, en el que el Gobierno nacional iba a transferir 10 mil millones de pesos para la adquisición de equipamiento de seguridad que incluirá chalecos antibalas, cámaras de seguridad, armamento, municiones, tecnología analítica aplicada, y móviles policiales.
Ahora, los intendentes buscan que la inyección de fondos continúe. Una de las alternativas es que en el presupuesto bonaerense, que está próximo a presentarse, se incluya un fondo de seguridad tal como ocurrió en anteriores proyectos: una cláusula que se inició durante la gestión de María Eugenia Vidal a modo de acuerdo con el peronismo, que le permitió cierto nivel de gobernabilidad a la ex mandataria.
Aún no hay precisiones de si habrá un Fondo de Seguridad en el presupuesto bonaerense 2023, porque generalmente suele ser una herramienta de negociación cuando el proyecto ya se encuentra en debate en la Legislatura. Ante este planteo durante en la cumbre en La Plata, Kicillof fue tajante: “Cada uno tiene que garantizar el triunfo en su distrito y ayudar a los vecinos sin tierra -es decir municipios donde no gobierna el peronismo-, de nuestra parte van a estar los recursos y las obras”.