El conflicto que comenzó en Caballito por el avance de la construcción inmobiliaria y el reclamo de los vecinos ante la falta de infraestructura y servicios públicos, se hizo extensivo a Coghlan, Villa Urquiza y Flores. Ahora, el Gobierno porteño planea modificar el Código de Planeamiento Urbano para restringir la construcción, aunque el jefe comunal, Jorge Telerman, aseguró que "no pararán las obras que ya comenzaron".
Entre otras cosas, piden participación en el lineamiento de políticas públicas. "Reclamamos audiencias públicas porque es imprescindible la participación de los vecinos para armar un proyecto viable de Ciudad", afirmó Mario Oybin, vecino del barrio porteño de Caballito, una de las zonas que concentra un alto porcentaje de edificaciones en torre.
"Con bocinazos y cacerolazos queremos repudiar la construcción de este tipo de monstruos que nos van a arruinar la vida", afirmó Oybin. La convocatoria es participar, el próximo jueves 23, de "un ruidazo ciudadano" en distintas zonas porteñas.