La debilidad con la que el Gobierno del Frente de Todos transita hacia los comicios presidenciales 2023 envalentona a varios. Parte de la interna feroz en Juntos por el Cambio habrá que entenderla desde esa lógica.
En la oposición, el expresidente Mauricio Macri se suma con aspiraciones a dos dirigentes del Pro anotados casi desde que Macri dejó la Casa Rosada. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y la titular del partido, Patricia Bullrich. Los tres conviven con la presión de la UCR, que pide pista tras lo que considera el fracaso de la primera experiencia de la alianza encabezada por Macri.
Allí sobresalen otros dos anotados: el presidente del radicalismo y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales; y el neurocientífico y diputado nacional Facundo Manes.
En base a los últimos números de encuestas nacionales, la mayoría circula en ámbitos opositores, de consultoras como Zuban Córdoba, Jorge Giacobbe y Ricardo Rouvier, ¿tienen razón los dirigentes de Juntos por el Cambio en ilusionarse con la vuelta en 2023? ¿Cuánto miden estos cinco precandidatos? ¿Cuál es su imagen? ¿Y su potencial de votos?
Las consultoras evaluaron en octubre la intención de voto por espacio. Y las cifras justifican el entusiasmo opositor. Según el promedio, Juntos por el Cambio prevalece por una brecha de 10 puntos sobre el Frente de Todos.
La principal alianza opositora tiene una media de 33,58%, contra 23,48% del oficialismo. El podio lo completa un consolidado espacio libertario, con 17,59%. El resto corre de atrás: el PJ no kirchnerista con 4,16% y el Frente de Izquierda con 3,27%. Completan indecisos (14,04% promedio) y “otros/blanco/nulo” (3,88%).
A favor del Gobierno, si hay algo devaluado en estos años, incluso más que el dólar, es el “Frente de Todos”. El sello que fue una novedad exitosa en 2019, hoy es un lastre. Por eso, cuando se mide así, peor le va al oficialismo. Algunos incluso sugieren pasar a mejor vida esa marca de cara al 2023.
La imagen de los presidenciables de JxC
En el promedio, Larreta combina 41,20% de positiva y 43,23% de negativa.
Queda segundo, debajo de Bullrich que viene con tendencia a la alza: ahora, la titular del PRO ofrece una media de + 45,22% y – 44,04%.
En el caso de Macri, mejoró pero sigue corriendo de atrás: + 36,26% y – 53,40%. Y para los radicales, su punto débil sigue siendo un relativamente bajo nivel de conocimiento para una pelean nacional: Morales termina con 29,3% de positiva, 43,72% de negativa y 26,98% de no sabe / no contesta; Manes, en tanto, tiene + 28,78%, – 41,14% y 30,08% de “ns/nc”.
Intención de voto
En el rubro electoral, a menos de un año de la elección general y cuando un sector amplio del oficialismo presiona para eliminar las PASO, las consultoras miden a los posibles candidatos en distintos rubros. Su piso y techo electoral, cómo le iría en una PASO, en una primera vuelta y hasta en un balotaje.
Respecto a los cinco referentes clave de Juntos por el Cambio, estos son sus principales números:
1) Mauricio Macri
– Tiene un voto seguro/piso moderado, de 14,17%; un techo algo acotado (sube a 38,59% cuando se suma el 24,42% de voto probable); y rechazo alto, el más alto de todos los referentes de esta coalición: 55,15% en promedio dice que nunca lo votaría.
– Además, el expresidente promedió sólo 7,3 puntos para una eventual PASO contra sus rivales del Pro y la UCR. Aunque en este rubro, la medición de primarias, hay mucha dispersión.
– En definitiva, Macri parece concentrar hoy su fortaleza para una eventual primaria o primera vuelta, concentrando el voto duro Pro, pero pierde potencial para un balotaje.
2) Horacio Rodríguez Larreta
– El jefe de Gobierno también tiene un voto seguro/piso moderado, de 14,12%; pero lo combina con un mejor techo (47,64%, cuando se suma 33,52% de voto probable) y un rechazo más bajo (44,42% nunca lo votaría).
– Para las PASO, terminó con el mejor promedio, de 12,07%. De todos modos, según admiten en su equipo, las cualidades de Larreta funcionarían de modo inverso a las de Macri. Hay dudas sobre cómo sortearía una primaria, pero lo ven bien captando votos “ajenos” para una primera vuelta o un balotaje.
3) Patricia Bullrich
– La titular del Pro viene en un buen momento. Es la que tiene un piso más alto (19,22% de voto seguro), un techo menor al de Larreta (43,84%) y un rechazo más elevado, pero no tanto como Macri (48,9% nunca la votaría).
– En el promedio de los 3 sondeos que evaluaron PASO, quedó casi empatada con el jefe de Gobierno: 11,60%.
– En definitiva, Bullrich muestra hoy un equilibrio interesante entre voto duro (buen parámetro para la interna) y un rechazo no tan exagerado (importante para primera vuelta y balotaje).
4) Gerardo Morales
– El titular de la UCR no termina de despegar. En parte, podría ilusionarse, porque mucha gente aún no lo conoce. Pero cuando se analizan los números fríos, queda en un segundo escalón. Incluso con un rechazo alto entre los que sí saben de quién se trata.
– El gobernador jujeño combina 3,05% de piso, 22,62% de techo y 55,05% de nunca lo votaría. En cuanto a una PASO, lo evaluó una sola consultora y le otorgó un número magro: 1,6%.
– Con estos números, y más allá de sus desafíos públicos a Macri, hoy Morales parece más una opción de vice que para encabezar una fórmula.
5) Facundo Manes
– El neurocientífico tuvo un muy buen debut electoral. Aun con derrota, se quedó con el 40% de los votos bonaerenses de Juntos por el Cambio y los creyó suficientes para lanzar su postulación presidencial.
– Pero para la pelea nacional, en las encuestas aún no despega: tiene un piso de sólo 4,72%, su techo se eleva a 27,54%, con un rechazo de 51,02%.
– En los sondeos que lo midieron en escenario PASO está arriba de Morales, con 4,3% promedio, pero abajo claramente de sus rivales del Pro.
A todos estos números, que encienden esperanzas para un mano a mano con el Frente de Todos, hay que ponerle un asterisco llamado Milei. El economista libertario ya aparece en algunos escenarios en una pelea mano a manos con sus rivales de la grieta. Lo que deja un interrogante inquietante para Juntos por el Cambio: si Milei entra a un balotaje, ¿quién queda afuera?