El cruce entre el presidente Alberto Fernández y el diputado nacional Máximo Kirchner sumó otro protagonista esta mañana: el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, que salió en defensa del primer mandatario y fustigó al hijo de la vicepresidenta.
“Él puede ser que se las sepa todas, pero no somos nosotros los boludos”, ironizó el funcionario que suele oficiar como vocero de la Casa Rosada cuando se producen fricciones con el kirchnerismo y así avivó una vez más la interna oficialista.
Primero, Fernández señaló que “hace rato” el kirchnerismo no participa de la gestión nacional y en ese sentido aclaró: “Hace rato que no toman una decisión que tenga que ver con lo que nos importa a todos”.
Después entró de lleno en la discusión que se ocasionó este fin de semana, cuando el sábado el líder de La Cámpora dijo en Mar del Plata -sin nombrarlo- que el Presidente inició una “aventura personal” pese a que una “construcción colectiva” lo llevó a la Casa Rosada y lo tildó de “aventurero”; mientras que el domingo Alberto Fernández lo acusó al diputado nacional de tener una “mirada equivocada” y lanzó: “Cuando un compañero habla mal de otro compañero empieza a dejar de ser peronista”.
Entonces, el ministro de Seguridad que fue funcionario durante las administraciones de Néstor y Cristina Kirchner no titubeó y apuntó duramente contra el hijo de los exmandatarios.
“Yo tengo que inferir que esas declaraciones que verte tienen que ver con que él es el único que las sabe todas y nosotros somos los boludos”, lo chicaneó Fernández a Máximo Kirchner y en medio del exabrupto siguió: “Me parece que es un poquito distinta la situación. Él puede ser que se las sepa todas, pero no somos nosotros los boludos”.
Bajo esa postura y en una férrea defensa de la gestión nacional aseveró que en el Gobierno trabajan “muy fuerte” para resolver las problemáticas de la Argentina.
“Sería estupendo que se sumaran a hacer algo positivo para el país también”, les dijo a los dirigentes que integran la terminal K de la Casa Rosada, a quienes acusó de hablar “en términos espantosos”.