Un testigo que convivió con Fernando Sabag Montiel, el acusado de haber intentado asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ratificó la hipótesis según la cual pudo haber intentado realizar el ataque por un móvil económico ya que no quería ser “ni un héroe, ni nada”.
“Apenas me enteré pensé que fue por plata, no podía creer que en cuatro años se radicalizara tanto su ideología política, la cual ni siquiera tenía”, sostuvo Ezequiel Marcos Español, un músico de heavy metal de 30 años, que compartió vivienda con el ciudadano brasileño de 35 años hace cuatro años.
El joven también definió al novio de Brenda Uliarte como “influenciable o manipulable sólo por dinero” y a “alguien sin ningún tipo de sensibilidad social”.
Y agregó: “Le puede haber picado un bichito de justicia social, pero es raro porque no tiene empatía por la gente que tiene alrededor”.
“Él no se expresaba sobre política; se expresaba por problemas mundanos”, agregó Español en su testimonio. También aseguró que el principal imputado por el intento de asesinato de la ex presidenta tenía una predisposición violenta con quienes le debían dinero.
En otro tramo de la declaración, Español dijo que tanto Sabag Montiel como él son integrantes de “comunidades de metaleros y freakies”, aunque el brasileño, si bien tenía instrumentos musicales y le gustaba cantar, no integraba ninguna banda. También aseveró que se distanció de él cuando “comenzó a frecuentar a integrantes de la comunidad gitana”, con quienes no mantenía una buena relación.
Además, admitió conocer a otro de los detenidos, Gabriel Carrizo, jefe de los vendedores de algodón de azúcar, con quien reconoció que al principio no se llevaba bien pero eso mejoró mientras lo fue conociendo.
Sobre el denominado líder de “la Banda de los Copitos”, le consultaron por los dichos de su ex pareja, que había señalado que le iba a salir “algo muy importante” que le iba a traer mucho dinero. Acerca de ello, el testigo comentó que Carrizo “había inventado una bebida alcohólica” y esperaba explotarla de manera comercial.
“Dijo que primero la iba a probar él y le iba a dar de probar a cercanos a ver qué les parecía. Una vez que estuviera todo ok iba a pensar en volverlo un negocio. Eso fue por julio o agosto”, cerró haciendo referencia en fechas coincidentes con lo que manifestó la ex pareja y antes del atentado contra la vicepresidenta.