En declaraciones a radio Mitre, Jorge Telerman -lanzado ya a la competencia electoral por la jefatura del gobierno porteño, que hoy ocupa- dijo que en caso de una supuesta declinación del ministro de Educación nacional, Daniel Filmus a esa contienda, aceptaría gustoso una eventual oferta del presidente Néstor Kirchner para representar al oficialismo.
"Cómo no me va a gustar que lo diga el primer mandatario", reiteró el titular del Ejecutivo comunal. En rigor, la respuesta no es casual. En los últimos días, trascendieron algunas mediciones extraoficiales sobre la candidatura de Filmus, que no parece entusiasmar mucho a nadie.
Sobre llovido, mojado: el círculo áulico del Presidente de la Nación, además, está convencido que Telerman, autorizado legalmente por la Constitución de la Ciudad, haría uso de la facultad que le permite (porque lo dice la Carta Magna) el desdoblamiento de las elecciones, adelantándolas.
Esa maniobra, para la cual dicen no hay fecha decidida, perjudicaría las chances de Filmus y en general del oficialismo, que blanco sobre negro, si tuviera que arrastrar un fracaso en la ciudad-vidriera del país, sentiría un impacto poco fácil de digerir, y que cebaría a sus opositores.