El conflicto entre Rusia y Ucrania sigue vigente. ¿Cuál es la postura de Argentina en este momento?
Pensar en una guerra a esta altura del siglo XXI, después de la tragedia de la pandemia, es una locura. La humanidad ya ha aprendido de las consecuencias de los conflictos armados. Y no se encuentra una explicación racional. Esta es mi mirada personal y creo que es la misma que la de la política internacional de nuestro país. La República Argentina siempre se ha mostrado a favor de la resolución pacífica de los conflictos. Por otro lado, el presidente y el canciller se mostraron preocupados por la violación del principio de integridad territorial. Esto genera el quiebre del equilibrio geopolítico. Este principio es particularmente importante para nosotros, por nuestra posición con respecto al conflicto de las Islas Malvinas.
Recientemente, el Presidente anunció el lanzamiento de la licitación para la obra del Canal Magdalena. ¿En qué estado está?
Ese proyecto depende de la Comisión Administradora del Río de la Plata. El Canal Magdalena es un anhelo que viene desde hace mucho tiempo atrás. Se había pensado y diseñado en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Facilita el ingreso al Puerto de Buenos Aires de los buques de carga, ya que se evita que atraviesen el Canal de Montevideo. Esto va traer más fluidez al comercio. Y esperamos tener la obra terminada en el corto plazo.
Desde el conflicto de las papeleras a hoy, ¿cómo diría que se encuentra el vínculo con Uruguay?
Ya de por sí, el Cono Sur es una región de paz. Además, es una región de integración cultural, social y económica. Ahora bien, cada nación depende su propio interés nacional. Nosotros tenemos una clara posición tomada en relación al río que compartimos. Queremos que las aguas que compartimos no estén contaminadas, como indica el fallo de La Haya de 2010. Ejecutamos el reclamo en su momento sobre la instalación de la pastera ex Botnia, hoy UPM-Orión. Y hay un constante monitoreo de las aguas y los afluentes. Y en ese sentido, la Argentina está detrás de un celoso cumplimento del fallo de la Corte de La Haya. Esto, con respecto a lo ambiental. Después, hay una agenda positiva con respecto a diversos temas, entre ellos, el de infraestructura. Para esto, ahora estamos en la fase de aprobación por parte de la Corporación Andina de Fomento, el segundo banco de financiamiento de desarrollo a nivel continental, después del BID. Estamos en tratativas para empezar a realizar los primeros estudios de factibilidad de un puente nuevo que va a unir la ciudad de Monte Caseros con Bella Unión. Nos va a dar mayor conectividad y mayor tráfico de pasajeros y comercial. Tenemos las mejores perspectivas sobre nuestra relación con el Uruguay.
Por último, ¿cuál es su opinión sobre la incorporación de Argentina al BRICS?
A mí me parece que la incorporación de la Argentina a los BRICS tiene que ver con lo que pueden aportar estas economías emergentes a la región y al mundo. Tienen un gran potencial en términos de recursos naturales, de energía y de recursos humanos. Las características de cada uno de estos países permiten que Argentina pueda sumarse a este grupo. Esto va de la mano de la mirada que tiene este gobierno. Una mirada multilateral sobre la política global. Esto significa decir no al alineamiento con las potencias hegemónicas. En la reunión del G-20 en Indonesia, en el marco de la existencia de dos bloques totalmente definidos, Argentina tiene un muy buen vínculo con los Estados Unidos y con Europa, a partir del diálogo permanente. Y se debe destacar la excelente relación que nuestro Presidente ha creado con Emmanuel Macron. También, se debe resaltar el importante vínculo con China. Alberto Fernández se ha reunido con Xi Jinping en varias oportunidades. Hay desde el Oriente un acompañamiento para nuestra política económica y nuestras finanzas. También, un importante apoyo a nuestras políticas de infraestructura y la posibilidad de integrar a la Argentina a la Ruta de la Seda. La incorporación de Argentina al BRICS es una muestra del tipo de mundo al cual nuestro gobierno busca integrarse.
