El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, no lo dice explícita ni públicamente; pero él y toda su gente apuntan a ir por la reelección a la gobernación del distrito de mayor peso electoral el año que viene.
Hacia afuera dice que su futuro es parte de la decisión de un espacio político, aunque cuenta con el aval de Cristina Kirchner que luego del acto de la semana pasada dejó en claro que será protagonista del armado electoral del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires, su fortaleza electoral. Las señales hacia un 2023 ya son elocuentes.
En la ciudad de La Plata volvieron a aparecer pintadas que rezan “Axel 2023”, como se habían visto en abril de este año. En la capital provincial, el ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Julio Alak, tiene un despliegue territorial; fue intendente de la ciudad de La Plata entre 1991 y 2007. Ahora, tras dos derrotas consecutivas del peronismo en la ciudad de La Plata a manos de Julio Garro del PRO -primero a Pablo Bruera, 2015 y luego a Florencia Saintout, 2019- sumado al cargo ministerial que ostenta, el funcionario vuelve a tener juego dentro del peronismo platense y trabaja políticamente para la reelección de Kicillof.
También lo hacen quienes lo acompañaron en la campaña 2019. El exjefe de Gabinete y actual Jefe de Asesores del Gobierno, Carlos Bianco, sigue cerca -quizás más que antes- de Kicillof.
Bianco se sigue moviendo con autonomía y tiene a su cargo algunos programas que Kicillof suele destacar como por ejemplo el Programa Puentes. Se trata de una política que articula a las universidades de la provincia con municipios del interior bonaerense con el objetivo de llevar la oferta universitaria a distritos del interior, en un acuerdo entre la Provincia, las universidades y los municipios. Además está a cargo de las “Mateadas con Axel”
El plan es que el gobernador recupere un poco la dinámica de lo que había sido la campaña 2019 cuando en el Renault Clío de Bianco recorrió la provincia de Buenos Aires en una campaña rotulada como austera y en contacto con la gente a través de las charlas en las plazas de los diferentes municipios.
Antes de que termine el año, el gobernador volverá a las mateadas. Será el 1 de diciembre en el municipio de Tandil, que gobierna el radical Miguel Lunghi. La jornada en ese distrito la semana que viene, se sumará a las que ya se dieron en Olavarría -donde gobierna Juntos- y General Pintos. Son actividades en “Modo Clio”, pero sin el Clio en cuestión. Ahora el gobernador y su comitiva se trasladan en vehículos oficiales.
En La Plata, a la par de las reuniones que encabeza Kicillof con intendentes de la Primera y Tercera sección electoral, se llevan adelante otro tipo de encuentros. Convocados por la ministra de Gobierno de la provincia, Cristina Álvarez Rodríguez, llegan hasta la capital bonaerense los referentes del Frente de Todos de municipios donde el peronismo no gobierna. Son encuentros por sección electoral de los que también participan el propio Bianco y la ministra de Comunicación Pública, Jesica Rey. El objetivo es ajustar agendas, defender y comunicar la gestión provincial para que los intendentes de Juntos “no se apropien de obras”, que lleva adelante la administración provincial
Pese al empuje y al operativo clamor que además ya activaron algunos intendentes kirchneristas, la definición final pasará en buena medida por lo que defina Cristina Kirchner. La relación de Kicillof con intendentes del conurbano tiene sus momentos y algunos de ellos no descartan que la Vicepresidenta pueda darle juego a otras opciones en caso de que Kicillof tenga un vuelo nacional.
El nombre que aparece allí es el de Insaurralde, que viene motorizando la liga de intendentes. Otro dirigente que recorre la provincia a base de su gestión en la órbita nacional es el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis. Intendente en uso de licencia de San Martín, por ahora asegura que no volverá al distrito y que el actual jefe comunal, Fernando Moreira, será la opción para la contienda local.