El Senado volvió a designar a Martín Doñate en el Consejo de la Magistratura. ¿Cuál es su opinión?
Lo que ha hecho la vicepresidenta de la Nación junto al Senado – insistir con la designación de Doñate como miembro del Consejo de la Magistratura – va en contra de lo que decidió la Corte Suprema el 8 de noviembre pasado. Esto genera un conflicto definitivamente innecesario. Si el Senado se hubiera ajustado a lo que decidió la Corte, no existiría tal conflicto.
En ese sentido, ¿por qué cree que Luis Juez es el candidato indicado para ocupar dicha banca el Consejo?
Es lo que corresponde. La ley es muy clara. La ley dice que de los cuatro senadores, dos le corresponden al bloque mayoritario uno al que le sigue y otro al que le sigue. Y está claro que el bloque más numeroso, antes de la división artificial impuesta por la Vicepresidenta, era el Frente de Todos. El que seguía era el radicalismo. Y por último, el PRO. Ese lugar le corresponde al PRO, en la persona de Luis Juez. Si no se hubiera producido la artimaña llevada a cabo por el Frente de Todos, Luis Juez hoy sería integrante del Consejo.
Con respecto a la interna de Juntos por el Cambio, ¿cree que Juez representa a algún ala en particular?
No simboliza la imposición de ninguna línea interna del partido. Luis Juez, además de ser abogado – que es la condición mínima que exige la ley para ingresar al Consejo de la Magistratura y que no todos los senadores la cumplen –, es un hombre con experiencia. Ha sido fiscal en Córdoba y conoce bien el funcionamiento de la justicia. Tiene mérito y antecedentes personales.
Paralelamente, usted pidió la suspensión del juez federal de Mendoza Walter Bento. ¿En qué estado se encuentra su reclamo?
La semana pasada, antes de terminar mi mandato como consejero de la Magistratura, presenté un dictamen en la Comisión de Acusación. En dicho dictamen, recomendé la aprobación del enjuiciamiento del juez Bento. Yo encuentro que hay elementos de juicio más que suficientes. Ahora, queda que se apruebe. Y en caso de que se apruebe, el dictamen va a pasar al plenario, pero ya con la nueva integración del Consejo de la Magistratura.
En el 2016, usted presentó un proyecto, transformado en ley, exigiendo que los jueces paguen el impuesto a las ganancias. ¿Se está cumpliendo?
Yo creo que los jueces deben pagar el impuesto a las ganancias. No se justifica que no lo paguen. Hay una limitante que es una cláusula constitucional que determina que no se puede reducir el salario de los jueces. Está muy claro que si a un juez que cobra el sueldo sin el descuento del impuesto a las ganancias, si un buen día se le empieza a cobrar dicho impuesto, se va a ver reducido su sueldo. Y esto implicaría no cumplir con la cláusula constitucional. Por eso, lo que yo propuse en 2016 y se aprobó, fue que empezarán a pagar el impuesto a las ganancias todos los jueces que fueran designados a partir del 1 de enero del 2017. Así, esos jueces desde el primer día, pagan el impuesto a las ganancias. Y así ocurrió. Hay 200 jueces que están pagando dicho impuesto. Para mí, este tema ya está resuelto. Y es cuestión de que transcurran un par de años más. A medida que se vayan retirando y jubilando los jueces que hoy no pagan -y sean reemplazados por los que sí-, nos vamos a acercar a un escenario de equidad, en el cual todos los jueces van a pagar el impuesto a las ganancias.
Por último, ¿cómo ve el escenario electoral del año que viene?
Yo creo que este gobierno resultó tan malo e ineficiente que es muy probable que el año que viene ganemos nosotros. Tenemos la oportunidad de ganar porque, insisto, tengo la impresión de que la mayoría del electorado está muy descontenta con este gobierno. Más allá de que las chances estén, la elección no está ganada. Hay que hacer las cosas bien. Hay que presentar una propuesta atractiva y razonable. Y en eso, básicamente, estamos.