La CGT ve a Alberto fuera de carrera y coquetea con Massa y Larreta

La CGT ve a Alberto fuera de carrera y coquetea con Massa y Larreta

La mesa chica de Azopardo rearma su estrategia hacia 2023.


La mesa chica de la CGT ya discute internamente a quién apoyar en la carrera presidencial de 2023. En el análisis que realizan puertas adentro de la central obrera hay, en ese sentido, una certeza y una posibilidad avanzada: la primera es que al actual mandatario “le pasó el tren” y quedó abajo del viaje a la reelección; la segunda es que el pasajero alternativo es para ellos el ministro de Economía, Sergio Massa.

Eso supone, además, que los “gordos” e “independientes” de la conducción de la CGT no están contentos con el operativo clamor para que sea Cristina Kirchner la candidata mayor del peronismo el año que viene, porque la vicepresidenta no acostumbra a negociar sino a imponer su criterio.

Con la misma lógica, consideran que en caso de una derrota del Frente de Todos, el “mal menor” para los gremios sería que Horacio Rodríguez Larreta, el alcalde porteño, ganara la interna de Juntos por el Cambio y se catapultara a la Casa Rosada.

“Creemos que si Massa evita una mega-devaluación y pone al país en márgenes de inflación lógicos, de 3 ó 3,5 por ciento mensual para marzo, que no serán los estándares internacionales pero implicarían una mejora para la Argentina, entonces podrá ser el candidato del peronismo”, sostienen en la mesa chica de la CGT.

El propio Massa ya escuchó ese análisis de boca de los jefes cegetistas, con quienes mantiene contacto a través del triunviro Carlos Acuña -su hombre en la CGT- y también por medio de encuentros reservados en el quincho de su casa en Tigre con referentes de la talla de Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Héctor Daer (Sanidad), tal vez el referente sindical que más apoyó al Presidente y que se decepcionó -como otros- con el albertismo nonato.

La respuesta de Massa a ese planteo anticipado sorprendió a sus interlocutores. “Dijo que se comprometió con su familia a que el Ministerio de Economía era su último cargo en la función pública”, sostuvo uno de los cegetistas consultados. Se trata de una afirmación que viene haciendo el tigrense tanto en privado como en público, aunque pocos -quizá solo su mesa chica- le dan entidad a esas palabras. La mayoría cree que el jefe del Frente Renovador apela a esa fórmula para dilatar cualquier definición sobre su futuro electoral.

Otra coincidencia entre Massa y los gremios cegetistas es que otorgar un bono con un aumento fijo establecido por decreto es de “practicidad imposible”, una línea a la que también adscribe el presidente Fernández contra la opinión de Cristina Kirchner. Ahí también se proyecta la interna entre los gremios peronistas: aquellos que apoyan a la vicepresidenta, como Pablo Moyano (Camioneros) y Sergio Palazzo (Bancarios) respaldan la suma fija como un mecanismo para mejorar los ingresos de los trabajadores asalariados.

Claro que lo que no admiten los “gordos” ni los “independientes” de la CGT es que, con Cristina ungida como candidata y conductora del peronismo a la vez, su incidencia en las candidaturas del Frente de Todos y luego en las políticas de un eventual nuevo gobierno, mermaría ostensiblemente.

En ese escenario cambiaría la cúpula de la central obrera y por ende perderían poder los actuales integrantes de la mesa chica, que todavía recuerdan amargamente cómo fueron destratados cuando la dama arrasó con el 54% de los votos en 2011.

En ese contexto, Massa podría encarnar la candidatura mayor del peronismo el año próximo, tal vez acompañado por “Wado de Pedro, como una forma de condicionarlo a futuro”.

El que ya no entra en los planes de la cúpula cegetista es el presidente Alberto Fernández.

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