Luego de un año de protestas récord en todo el país, que llegó a lidiar con 7.168 piquetes en toda la Argentina -la cifra más alta de los últimos 14 años-, diciembre se avizora como otro mes cargado de movilizaciones y que promete subir esa cifra, que ubica al 2022 como el año en que se desataron los mayores índices de conflictividad social en casi dos décadas.
La Unidad Piquetera, que viene de protagonizar tras el debut de la Selección Argentina en Qatar una marcha a los ministerios de Desarrollo Social y Trabajo, volverá a salir a las calles a principio de un mes históricamente caliente en la Argentina, por la conflictividad social.
A los reclamos puntuales por los envíos de alimentos a los comedores populares y de herramientas para las unidades productivas, la ministra Raquel “Kelly” Olmos sumó un problema: la idea de desacoplar el salario que cobran los beneficiarios del Potenciar Trabajo, de las actualizaciones del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM).
“Luego del golpe que significó lo del Consejo del Salario Mínimo, porque no es una recuperación de lo perdido por inflación y finalmente, hacia marzo, significa una reducción de los ingresos en términos reales, esta noticia sobre los planes sociales va en la línea de ajustar”, afirmó Eduardo Belliboni.
Sin embargo, la ministra Victoria Tolosa Paz no comparte la visión de que el programa Potenciar Trabajo no se actualice por el monto del salario mínimo, algo que se transmitió a los líderes piqueteros en las reuniones que mantuvieron durante estos días para seguir avanzando en las cuestiones pendientes.
El líder del Polo Obrero, uno de los referentes de la UP, asegura que la idea es que la inflación se coma el ingreso de 1.362.000 de beneficiarios del Potenciar Trabajo, que es de $ 28.950 según la última actualización, para seguir golpeando a los programas sociales y el gasto social. Además, sostiene que la iniciativa viene de parte los empresarios y de los sindicalistas de la CGT.
Otro punto de conflictividad es el reciente cambio en la auditoría que hace el Ministerio de Desarrollo Social, que a partir de la asunción de Victoria Tolosa Paz pasó a ser una encuesta virtual a realizar en un plazo de 35 días y que asegura dejará a muchísima gente afuera, debido a su falta de acceso a la conectividad.
“Si no hay resultados no sólo con todo esto, sino con los alimentos que no están bien, que sigue sin estar como corresponde porque armaron una agenda de entrega de alimentos para todo el país que no se está cumpliendo, o se cumple muy parcialmente, estamos evaluando salir los primeros días de diciembre, a fines de esta semana o inicios de la semana que viene”, anunció el líder del PO.
Pero la UP no es la única agrupación que planea continuar con su plan de lucha en las calles, en medio de la complicada situación económica. Los militantes de Barrios de Pie-Libres del Sur, MST- Teresa Vive y la Coordinadora por el Cambio Social también quieren saber “¿quién decide el tema de los salarios del Potenciar Trabajo?”, si ya no se regirá por el CSMVyM.
“Las mercaderías a la última fecha de entrega no llegaron ni al 50%. El refuerzo alimentario que era para agosto, se pasó a octubre, luego noviembre y llegamos a diciembre sin nada”, cuenta Mónica Sullé, líder del MST-Teresa Vive. Además del tema alimentario, agrega a la batería de reclamos un “bono de fin de año” para quienes perciben el Potenciar Trabajo.
La Casa Rosada espera que las organizaciones tengan su propia paritaria en el Consejo de la Economía Popular, que el presidente Alberto Fernández ordenó conformar en el reciente decreto 728/22. Aunque por el momento sigue vigente la actualización de los planes a través del Consejo del Salario.
Sin embargo, los dirigentes más memoriosos temen que el Potenciar Trabajo corra la suerte de lo que fue el programa de Barrios Bonaerenses del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires, que se fue “deteriorando con el paso del tiempo y finalmente de 150 dólares que eran en su momento terminó siendo nada y desapareció sin necesidad de tomar una decisión”.
El plan de cumplimiento de metas fijado por el Fondo Monetario Internacional, a cargo del ministro de Economía, Sergio Massa, obligó al Ejecutivo a meter mano en el gasto social. Las organizaciones advierten, por eso, que será un diciembre cargado de protestas.
En este marco, con los incumplimientos del cronograma de alimentos, sin novedades de un bono de fin de año y con un “aumento miserable” del Consejo del Salario Mínimo, los piqueteros se aprestan para volver a protestar en las calles de la Ciudad, en un fin de año caliente desde las temperaturas y ardiente desde el termómetro social.
