L a fiebre mundialista distrajo la mirada por unos días de los problemas políticos que atraviesa el oficialismo y de los económicos que atraviesa el país. En ese marco, el gobierno de Alberto Fernández buscó celebrar los tres años de gestión con gusto a poco, en medio del tembladeral que dejó el anuncio de Cristina Kirchner que no será candidata “a nada” en 2023, luego de la condena a seis años por corrupción en la causa Vialidad.
El Presidente encabezó un acto en Casa Rosada, donde las divisiones quedaron expuestas una vez más. La Vicepresidenta, el ministro de Interior Eduardo “Wado” de Pedro y hasta el ministro de Economía, Sergio Massa, brillaron por su ausencia.
Allí, Fernández hizo un repaso de la gestión, destacó las políticas sanitarias frente a la pandemia del coronavirus, la adquisición de vacunas, las reasignaciones de planes sociales, pese a las críticas de los sectores piqueteros opositores y también oficialistas.
Pero, por sobre todo, el presidente aprovechó para mandar un mensaje con tono electoral e intentar instalar de nuevo su candidatura para una eventual reelección, mientras el peronismo debate qué hacer el año próximo si Cristina confirma su posición y decide no presentarse.
El mandatario dijo que se pondrá al frente del oficialismo para ir “unidos” en las elecciones presidenciales del año próximo. Envió un mensaje a la oposición, pero también hacia dentro de su fuerza política. Claro que en el lugar ni La Cámpora, ni los gobernadores, ni los intendentes alineados con el kirchnerismo duro estaban allí para escucharlo.
La expectativa de estos sectores está puesta en la reaparición de Cristina Kirchner en la realización del acto del Grupo Puebla en el CCK, que debió ser suspendido por el COVID positivo de la Vice y que volvió a posponerse por los festejos de la obtención de la Copa del Mundo por parte de la Selección Argentina en Qatar.
La última aparición pública de la vicepresidenta fue durante su descargo en la causa Vialidad, donde sorprendió al anunciar que en los comicios del año próximo no se presentará a ningún cargo y que su nombre no figurará en ninguna boleta electoral.
El peronismo, entonces, entró en estado de ebullición y la danza de nombres no tardó en empezar a surgir en los distintos ámbitos políticos. Massa es uno de los que suena, aunque su candidatura estará atada a la suerte de los resultados económicos, la inflación y la situación en las calles, debido a que los movimientos sociales siguen lanzados a seguir reclamando. La próxima marcha incluso llevará un lema futbolero “Argentina campeón. Basta de hambre y desocupación”.
“Wado” de Pedro es otro de los nombres que quiere instalarse como candidato. El funcionario nacional es uno de los más cercanos a Cristina y al camporismo. Pero, además, en su cargo de ministro de Interior supo cultivar el diálogo con gobernadores, empresarios, sindicalistas, y a nivel internacional con Washington e Israel. Juan Grabois, uno de los referentes de las organizaciones sociales oficialistas le dio su visto bueno.
Axel Kicillof es uno de los dirigentes que quieren promover como candidato presidencial, aunque el gobernador de la provincia de Buenos Aires quiere su reelección. Los intendentes bonaerenses lo quieren en la nacional para que uno de ellos pueda ir por la gobernación.
Los gobernadores peronistas también se muestran activos para tener un candidato propio. El jefe de Gabinete, Juan Manzur no resigna su intención de pelear por un lugar en las presidenciales. Jorge Capitanich es otro de los que hace años quiere anotarse en la pelea electoral nacional, aunque también puede ir por la reelección en Chaco.
El último en la extensa lista de nombres es el de Daniel Scioli, luego de haber quedado tan sólo a 678.774 votos de ser presidente en 2015 y que, a su vez, no está pegado a la gestión actual, pese a su fugaz paso como ministro de Producción.
De todas formas, Cristina Kirchner será quien ordene la situación del peronismo, como en cada año electoral. Ahora lo hizo con su ausencia adelantada o, tal vez, buscando digitar el armado electoral de 2023. Algo de eso podrá develarse en el acto del CCK, que fue postergado dos veces, ahora para marzo de 2023, de cara al comienzo del año electoral.