La nueva ley, promovida por la legisladora macrista Soledad Acuña, tiene por objeto prevenir y reducir los riesgos en la actividad de manipulación, higiene y reposición de ropa hospitalaria, para proteger la vida y la integridad psicofísica de los trabajadores y pacientes de los hospitales porteños.
"Esta ley viene a subsanar el decreto aprobado por Aníbal Ibarra en enero de 2003, por el cual el subsector estatal – hospitales públicos – quedaron eximidos de cumplir con requisitos mínimos de seguridad, higiene e infraestructura en los lavaderos, aunque debían seguir observándolo en los
centros de salud privados", manifestó la legisladora Acuña.
"Así, se homogeniza el sistema, ya que hasta ahora la exigencia del cumplimiento de las mínimas condiciones de seguridad e higiene necesarias en esta actividad era diferenciada entre estatal y privado", agregó.
Los establecimientos alcanzados por la nueva normativa son los que integran el Sistema de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 10º de la Ley 153 y los lavaderos industriales proveedores de estos establecimientos. La ley prevé que la Autoridad de
Aplicación sea el Ministerio de Salud porteño en coordinación con el de Medio Ambiente, o las máximas autoridades en la materia.
La ley también estipula que se les provea a las operarias y operarios, como mínimo cada seis meses, la ropa hospitalaria de trabajo adecuada y elementos de seguridad, como guantes impermeables de resistencia, botas de goma, delantales impermeables, protectores auditivos, etc. Además, se exige que se les realice un examen médico preventivo periódico, que incluya control dérmico y audiométrico, y un programa de vacunación.
"Como siempre, el recurso humano es el motor del sistema, aún a costa de poner en riesgo su salud", afirmó Soledad Acuña. "En las condiciones actuales, los operarios de los hospitales están permanentemente expuestos a contraer patologías asociadas a la manipulación de ropa con residuos
patogénicos", agregó.
Por último, la norma hace referencia a la necesaria esterilización de la ropa quirúrgica reutilizable, al establecimiento de barreras sanitarias y exige al Poder Ejecutivo porteño que garantice los mecanismos de control y
fiscalización a través de inspecciones periódicas en las lavanderías, y en los procesos de manipulación, retiro, reposición y esterilización, incluyendo los vehículos de transporte de ropa hospitalaria en tránsito, para verificar el cumplimiento de lo dispuesto en la nueva ley.
"Esta norma abarca todo el proceso desde la manipulación y retiro, hasta la entrega de la ropa lavada y desinfectada, garantizando no sólo condiciones de higiene y seguridad para el operario de la lavandería, sino para todo el recurso humano implicado, el que manipula la ropa y el que la usa,
promoviendo un servicio de calidad para los pacientes", concluyó la diputada macrista Acuna.