Todo indica que, en el supuesto caso de que los legisladores lleguen a un acuerdo para aprobar una iniciativa parlamentaria relacionada con alguno de los temas candentes del verano, se realizará una sesión extraordinaria durante la última semana de febrero.
En tanto, muy probablemente los debates sobre la frustrada licitación de la basura, el impuestazo, las inundaciones y la caída de balcones se realizarán durante el año legislativo, que oficialmente se inicia el primer jueves de marzo con el discurso del jefe de Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra, en la primera sesión ordinaria.
En años anteriores, las sesiones extraordinarias -que para ser convocadas precisan de la firma de veinte diputados porteños- se realizaron por iniciativa del Poder Ejecutivo, pero este año el panorama político no le es favorable a Ibarra, motivo por el cual no impulsó ningún proyecto.