El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, se reunió esta tarde con el intendente electo de Rosario, el socialista Miguel Lifschitz, en la búsqueda de un espacio propio "transversal y progresista" que le permita dos cosas: articular con el gobierno de Néstor Kirchner y, a la vez, diferenciarse de él.
"Nosotros construimos este espacio para contribuir con el gobierno nacional, pero desde un lugar propio. No somos un apéndice, ni una parte funcional del gobierno", aclaró el jefe de gobierno en una rueda de prensa realizada después de la reunión con el socialista, un dirigente ligado al santafesino Hermes Binner.
Más adelante, en un aparte informal con la prensa (ver recuadro), Ibarra admitió que con este espacio también busca preservar su margen de independencia frente a Kirchner para aflojar, en parte, la atadura que generó con el Gobierno nacional tras el apoyo recibido en las últimas elecciones y que finalmente le posibilitó conservar su sillón en la ciudad.
No es la primera reunión de este estilo que tiene Ibarra, desde que fue reelecto. Por el contrario: el encuentro con Lifschitz se inscribe en una ronda de diálogos similares con otros intendentes, más o menos del mismo perfil.
Formaron parte de la grilla -y por ende, de este espacio aún virtual- el frentista Julio Arriaga, de Rìo Negro; Martín Sabatella, de Morón; Luis Juez, el flamante jefe comunal electo de Córdoba, que desafió el poder del delasotismo y el propio Hermes Binner, ex intendente de Rosario y candidato perdedor a gobernador por Santa Fe, en las últimas elecciones.
"Buscamos construir algo serio, permanente y a nivel nacional", definió el jefe de Gobierno porteño. Y apuntó: "no se trata de un partido político; haremos camino al andar. Lo que queremos es llevar los valores de justicia y transparencia a la gestión".
En la conferencia de prensa no descartó que se sume algún otro gobernador a este espacio que, según definió, es "popular, progresita, transversal y de centro izquierda", aunque tiene sus límites. Ibarra no desaprovechó las cámaras para hacer su propaganda: informó que está "recibiendo muchos llamados" de gente que quiere sumarse.
"Queremos ser amplios, abiertos, pero tenemos nuestros límites. No aceptaríamos a alguien que defienda el liberalismo económico a ultranza, un modelo que terminó llevando al país al caos, ni tampoco a alguien a quien le resulte indiferente la corrupción".
A su turno, Lifschitz posicionó a Binner como un referente nacional de este esquema. "Buscamos conformar una alternativa que vincule el progreso económico y el progreso social", dijo.
Finalmente, y ante una pregunta que lo sondeó sobre cómo le impactaba la decisión de Carlos Menem de dar pelea al interior del PJ, Ibarra respondió: "eso tiene sintonía (sic) de interna del PJ, y me importa muy poco".