La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) revisó el funcionamiento de los servicios de guardia de los hospitales Durand, Santojanni, Argerich y Fernández, durante el primer año de la pandemia. El objetivo era identificar debilidades, fortalezas y áreas críticas en los servicios de los establecimientos porteños.
El informe que dio a conocer el Auditor.info evidenció la falta de espacios adecuados de descanso para el personal de salud. Además, en cuanto a los aspectos a mejorar dentro de los recursos humanos, se detectó sobrecarga laboral en enfermería, y falta de personal administrativo.
Con respecto a los sistemas de gestión, se destacó el escaso desarrollo del sistema electrónico de pacientes, donde se ingresaron los historiales médicos y, a nivel edilicio, se expuso que de las reformas proyectadas, solo se hicieron arreglos en el Hospital Fernández, quedando pendientes refacciones en los otros tres edificios.
El informe -aprobado en abril de 2022- expone que el sistema de guardias se ha reconvertido, por efecto de la pandemia. En detalle, se modificaron plazas de internación comunes en terapias intensivas, y se elevó la cantidad de respiradores y de camas.
Un aspecto que no solo se sostuvo desde la anterior auditoría, sino que también comparten nuevamente los cuatro hospitales, es la falta de mantenimiento tanto en las áreas de descanso para profesionales como en los baños para público general en las salas de espera , en los que también se detectó falta de limpieza. El informe explica que el cuidado, arreglo y tenían de estos espacios debe ser programado y es fundamental para “garantizar la seguridad y estándares de calidad” en las instituciones.
Además de las condiciones edilicias, también se observaron los materiales de trabajo y, sobre todo, el tiempo de demora que implica solicitar su arreglo. Por ejemplo, el jefe del departamento de Equipamiento Mobiliario del Hospital Santojanni comentó que el tomógrafo se rompe seguido, y que para su reparación solo cuentan con un bioingeniero. También se registró dentro del inventario de dos electrocardiógrafos, de los cuales, al momento de la auditoría, uno se encontró roto hace 6 meses; un ecógrafo, que no podía usarse ya que una pieza se hallaba averiada; camilas; sillas de ruedas y tubos de oxigeno. Dentro del control del equipamiento, se revelará además en las áreas médicas faltantes de computadoras.
En los aspectos a mejorar dentro de los recursos humanos, se detectó sobrecarga laboral para el personal de enfermería, y falta de personal administrativo.
En cuanto a los aspectos a mejorar dentro de los recursos humanos se resaltó el aumento del porcentaje de ausentismo en enfermería, y la falta de un estudio al respecto del envejecimiento del personal, lo cual es clave ya que suele ser un causal central a tener en cuenta en este sentido.
Otro factor importante que se evidencia en todos los establecimientos fue la falta de homogeneidad en la carga de información de los pacientes. Se encontraron registros generados como “Paciente”, cargando allí el recorrido total de la persona en el establecimiento; y otros como “Consulta”, desencadenando un nuevo ingreso por cada paso de la persona por las especialidades. Por ejemplo, quien ingresa a la guardia para una consulta con un médico clínico, pero luego es derivado a Traumatología, que a su vez utiliza servicios de Radiología, genera en su recorrido tres nuevos elementos, debiendo ser una sola historia clínica que incluye la atención total.
Esto genera dificultades para calcular la demanda real en cada uno de los sectores, imposibilitando saber dónde es necesario reforzar la cantidad de profesionales, o qué aspectos mejorar en los procesos de atención.
Por último, se evidenció la falta de simulacros de evacuación y actividades de capacitación de acuerdo con la vigente Ley 5920/1724, que decreta que todos los establecimientos con afluencia de público deben contar con un sistema de autoprotección para prevenir y controlar riesgos sobre las personas y los bienes, de manera de poder proporcionar una respuesta adecuada ante una emergencia.
Además de las observaciones realizadas de forma general, la auditoría puntualizó problemas en cada uno de los establecimientos. Por ejemplo, se resaltará que el Hospital Fernández no posee un consultorio específico para tratar a pacientes con padecimientos mentales. Y, a nivel del personal, se especificó la necesidad de ampliación de la dotación y especialización de los profesionales y técnicos.
Por su parte, el Hospital Argerich presentó falencias en el sector administrativo que funciona en la guardia, descubriendo conflictos para fijar procedimientos y en las rutinas del trabajo diario, perjudicando el control interno y la eficiencia de la gestión.
Las falencias en el sector administrativo de las guardias genera conflictos para fijar procedimientos y rutinas de trabajo.
Como se especificó anteriormente, el Hospital Santojanni contaba con un ecógrafo averiado, por lo que debió reemplazarlo temporalmente con un equipo que se trajo de la Unidad de Terapia Intensiva, y que mientras dure la reparación del propio, cumple adecuadamente lo necesario. La AGCBA asentó en el informe que se verificará esta situación en auditorías futuras.
Por último, el Hospital Durand presentó deterioro tanto en las salas de observación de pacientes como en los dormitorios médicos, además de no contar al momento de la auditoría con la correcta ventilación de los espacios. Posterior a la revisión, en el año 2021, las autoridades del hospital manifestaron haber colocado los acondicionadores de aires correspondientes en las seis habitaciones de internación, lo cual deberá verificarse también en el próximo trabajo de campo.