En el día que concurrieron al Congreso a declarar los autores de los proyectos de juicio político contra la Corte Suprema ocurrió un hecho cuanto menos preocupante. Los protagonistas fueron la diputada de La Libertad Avanza (LLA), Victoria Villarruel, y su colega del Frente de Todos (FdT), Rodolfo Tailhade: ambos se quejaron, respectivamente, por la presencia de un exmontonero y del hijo de un represor condenado por lesa humanidad.
La presencia de Villarruel sorprendió a propios y extraños porque no integra esa comisión ni se había interesado antes por la suerte de los cuatro integrantes de la Corte Suprema. Igual como legisladora puede participar de la reunión. Lo que sorprendió para peor fue cómo terminó la velada: cuando pasó ante un grupo de periodistas, la diputada ultraderechista terminó denostando a la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas y se volcó a sus redes para escrachar al fotógrafo Gustavo Molfino, cuya familia fue víctima del terrorismo de Estado.
El jueves, cuando comenzaron a tratarse en comisión los catorce pedidos de juicio político contra Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, Villarruel no estuvo en el salón. Todo cambió este jueves, posiblemente porque quienes iban a estar eran Cortiñas, la exdetenida-desaparecida Patricia Isasa –que denuncia que Rosatti, cuando era intendente de Santa Fe, le dio cobertura a su torturador– y el abogado querellante Pablo Llonto.
Villarruel se levantó de la comisión después de que el diputado del Frente de Todos (FdT) Rodolfo Tailhade tuiteara que la acompañaba como asesor el hijo homónimo del represor Marcelo Cinto Courtaux, condenado a prisión perpetua por su rol en las desapariciones, asesinatos y torturas a los militantes montoneros que participaron de la Contraofensiva.
El día que exponen en la Comisión de Juicio Político víctimas de la dictadura, la diputada Villaroel, del bloque de Milei, ingresó al recinto con su asesor Cinto Courtaux, hijo de un represor condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad. https://t.co/byB0rjYd6s
— Rodolfo Tailhade ⭐️⭐️⭐️ (@rodotailhade) February 2, 2023
Cinto Courtaux padre era parte de la estructura de inteligencia del ejército: fue jefe de la sección I del Destacamento 201 de Inteligencia del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo. Estuvo durante largos años prófugo, lo encontraron en 2017 en un locutorio en Santa Fe y Pueyrredón. Cuando los efectivos policiales revisaron qué llevaba en sus bolsillos, tuvieron una sorpresa poco grata: tenía un recorte periodístico sobre Llonto con una foto y estaba resaltado que daba clases en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata.
Ahora, el que estaba en la misma sala que Llonto era el hijo del represor que está designado en la Cámara de Diputados. Días atrás, Cinto Courtaux padre pidió que lo manden a prisión domiciliaria y dio como lugar de residencia la casa de su hijo Marcelo, el asesor de Villarruel.
En ese marco a los minutos, 13:23 horas de acuerdo a los registros de internet, publicó un tweet en el que apuntó contra un fotógrafo parlamentario por ser un exintegrante de Montoneros. “Recién tuve 1 situación preocupante para mi seguridad, encontré a 1 montonero q es fotógrafo del Congreso llamado Gustavo Molfino”, escribió.
Y continuó: “Me fotografió y después envió a 2 periodistas amigos a preguntarme xq me iba y acusarme x hacerlo cuando se iba Nora Cortiñas. Me hacen inteligencia?”.
Recién tuve 1 situación preocupante para mi seguridad, encontré a 1 montonero q es fotógrafo del Congreso llamado Gustavo Molfino. Me fotografió y después envió a 2 periodistas amigos a preguntarme xq me iba y acusarme x hacerlo cuando se iba Nora Cortiñas. Me hacen inteligencia? pic.twitter.com/F6c4oQU6Xg
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) February 2, 2023
En una segunda publicación, Villarruel compartió un artículo que cuenta la historia de Molfino y escribió que el fotógrafo “fue miembro de la orga terrorista Montoneros, donde era enlace a los 17 años. Su jefe era Roberto Perdía. El terrorista adolescente fabricaba DNI y pasaportes falsos para otros terroristas. Su nombre de guerra era Facundo”.
Los argumentos de Tailhade
Pero minutos después, el diputado Tailhade publicó en redes sociales un video con su versión de los hechos. Ahí apuntó contra Villarruel al contar que fue a la reunión de la comisión en la que iban a estar víctimas del terrorismo de Estado junto a Marcelo Cinto Corteaux, su asesor, hijo de un represor homónimo.
“La diputada nacional negacionista ingresó junto a Corteaux, que es planta de la Cámara de Diputados y se llama igual que su padre, que fuera jefe del destacamento 201 de inteligencia de Campo de Mayo durante la dictadura”, relató por medio de You Tube.
“Su padre fue condenado a prisión perpetua por su responsabilidad en un centenar de secuestros, torturas y vejaciones, justamente en una de las causas en las que actuó Pablo Llonto. Estuvo prófugo hasta mayo de 2017 cuando la PSA lo detuvo en un locutorio de Pueyrredón y Santa Fé: llevaba una foto del abogado Pablo Llonto y la dirección de su trabajo”, amplió Tailhade.
El diputado del Frente de Todos (FdT) contó que cuando le dieron el dato de quién era el asesor que había llevado a la sala la diputada de ultraderecha decidió publicarlo en sus redes sociales.
“El día que exponen en la Comisión de Juicio Político víctimas de la dictadura, la diputada Villaroel, del bloque de Milei, ingresó al recinto con su asesor Cinto Courtaux, hijo de un represor condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad”, fue el mensaje que emitió por Twitter.
Repudio en el Congreso
La Asociación de Personal Legislativo (APL) salió a respaldar a Molfino, que hace 30 años es empleado en el Congreso y que debió padecer el escrache en Twitter por parte de la diputada de La Libertad Avanza.
“Resulta alarmante que una diputada nacional se valga de fueros para amedrentar a trabajadores difundiendo por sus redes sociales fotografías y falacias sobre el compañero Molfino, a quien calificó como un ‘hombre que integró una orga terrorista’. Un lenguaje y un accionar propio de la última dictadura cívico-militar que asoló a nuestro país entre 1976 y 1983”, denunciaron desde la APL.