El diputado Alfredo Bravo consiguió-con el ARI y el partido Nuevo Milenio- 2511 votos más que su contrincante Gustavo Béliz, pero eso no le asegura la senaduría en juego ya que Béliz insiste en dos frentes: la apertura de todas las urnas y la aplicación del artículo 54 de la Constitución Nacional que no permite la sumatoria de votos al mismo candidato proveniente de diferentes partidos.
La junta electoral está integrada por el presidente de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, Jorge Demarco, el presidente de la Cámara Civil, Juan Carlos Dupuy y la jueza federal electoral María Romilda Servini de Cubría.
Béliz denunció que "no estaba bien hecho el primer escrutinio, lo que quedó demostrado cuando se abrieron el diez por ciento de las urnas, por los errores en las actas de votación, recuperamos 1500 votos". Esa es la razón por la que Béliz reclama la apertura de todas las urnas, ya que interpreta que con el 100% de las mesas reescrutadas podría revertir el resultado de persistir la tendencia.
Por otra parte, Béliz recusó a la Dra. Servini de Cubría que fue la que habilitó las boletas del 14 de octubre y habría adelantado su opinión sobre la controversia desatada.
Para el caso en que no se sumaran los votos del partido Nuevo Milenio a la candidatura de Bravo, éste sería superado por Béliz por algo más de 50.000 sufragios.