El presidente Alberto Fernández decidió suspender la reunión que iba a mantener con los gobernadores que respondieron al oficialismo en la residencia de Olivos el sábado.
Allí se iba a empezar a discutir con los jefes provinciales la estrategia electoral para los comicios de este año , dentro del llamado que hizo el jefe de Estado para conformar una mesa electoral del Frente de Todos (FdT), que se realizará en la sede porteña del Partido Justicialista el jueves de la semana que viene.
La suspensión del almuerzo previsto es una muestra más de las diferencias que subsisten dentro de la coalición oficialista . En un primer borrador, en el círculo íntimo del Presidente, figuraban los gobernadores más cercanos como el catamarqueño Raúl Jalil, el riojano Ricardo Quintela y el tucumano Osvaldo Jaldo, quien está reemplazando interinamente en el cargo al actual jefe de Gabinete, Juan Manzur.
Obviamente que el mandatario esperaba al debate a otros que también pertenecían al espacio como Sergio Ziliotto (La Pampa) y Mariano Arcioni (Chubut) pero no modificó sumar sus adhesiones.
Sabía que sería más difícil convencer a los más cercanos al kirchnerismo como en los casos de Axel Kiciloff (Buenos Aires), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Jorge Capitanich (Chaco) .
En el caso del entrerriano Gustavo Bordet, las dos visitas que hizo Fernández en los últimos días a su provincia habían servido para acercar posiciones. Incluso el gobernador había dado el sí, pero luego lo llamaron para confirmarle que finalmente la discusión se daría en el cónclave del jueves.
Se guardó cierta esperanza sobre convencer a Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y con Sergio Uñac (San Juan). Pero también hubo reticencias a la convocatoria.
El martes, el Presidente, con la misma finalidad de discutir los lineamientos que tendrá la campaña electoral recibió a intendentes de la Primera y la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires , también en la residencia de Olivos.
En este caso tampoco se garantiza con antelación quiénes asistirían, otra señal de las dificultades para reunir voluntades. Hubo 24 asistentes entre los que se contaron algunos que están en uso de licencia (como Mariano Cascallares, de Almirante Brown o Alejandro Granados, de Ezeiza), que son interinos y otros que enviaron a un representante como Jorge Ferraresi, de Avellaneda, quien mandó a Alejo Chobornoff, quien lo había suplantado cuando era ministro de Hábitat y Desarrollo Territorial en el Gabinete nacional.
Las principales divergencias en el Frente de Todos (FdT) giran en torno al objetivo que tiene esa mesa nacional que se realizará el jueves. El Presidente quiere un espacio bien amplio donde se hable de estrategia de campaña pero no se pongan en duda las PASO como herramienta para definir las postulaciones al sillón de Rivadavia -incluyendo la suya a la reelección-; ni se incluyen discusiones sobre la gestión. El sector de Cristina Kirchner quiere exactamente lo opuesto.