A inicios del corriente año, el Sindicato de Salud Pública, las y los profesionales nucleados en la CICOP, la Asociación de Médicos de la Argentina, la Asociación Trabajadores del Estado y la Unión del Personal Civil de la Nación adquirieron un aumento salarial del 103% anual. Igualmente, desde este sector se aclaró que no se trata de un aumento real del salario, sino de una actualización mensual, que correrá en paralelo a la inflación prevista de este 2023, que será aproximadamente de un 100%.
Mientras que un camillero gana actualmente algo menos de 100 mil pesos, los concurrentes trabajan sin percibir un salario formal ni contar con ART. Por ello, los médicos residentes realizan extensas guardias con escasa o nula remuneración, mientras que el Presupuesto Nacional para la cartera de Salud no permite anticipar mejoras en las condiciones del sistema de salud, ni de su personal.
Con este incremento, el salario inicial para un profesional de la salud sería de unos $160.000 de bolsillo. Y, variando según la especialidad, un médico o médico con 10 años de antigüedad con guardias, percibe 220.000 pesos de bolsillo, en promedio.
Más de 20 días consecutivos de marchas, paros, movilizaciones y negociaciones fueron necesarias para lograr este acuerdo. Es un reclamo que se acentuó tras la pandemia, donde las y los médicos residentes tomaron roles protagónicos en la batalla contra el Covid-19.
Sin embargo, este derecho obtenido no alcanzó al personal médico del Hospital Militar Central “Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich”, dependiente del Ejército Argentino, que reclama por su correspondiente actualización salarial y denuncia irregularidades en el pago de los mismos.
“Somos más de 700 personas entre enfermeros, residentes, médicos de planta y demás categorías, que reclamamos que nos equiparen los sueldos, que nos paguen un salario digno. Nuestro salario básico está en 100 mil pesos aproximadamente ya eso hay que descontarle los aportes”, relató una médica residente del servicio de Urología del mencionado hospital, en diálogo con Noticias Urbanas.
Luego, la médica agregó:
“Nos pagan aparte unos suplementos que nos dejan el sueldo cercano a 170 o 180 mil pesos. Pero esos suplementos los administran desde la contaduría general del Ejército y los agregan y sacan un gusto. Un mes te lo pagan y al otro no”.
El personal afectado de este Hospital Central es un grupo de profesionales capacitados para operar en este centro de alta complejidad, que se trata del “hospital más grande que tiene el Ejército”, mas no el único: tiene delegaciones en Córdoba, Bahía Blanca, Mar del Plata, San Miguel, Corrientes, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Paraná, Posadas, Río Gallegos, Río Grande, Rosario, Salta, San Juan, Tucumán y Villa Mercedes.
Contemplando ese contexto, los profesionales de la salud del establecimiento reclaman lo que les corresponde, y la médica consultada explicó el origen del conflicto, puntualizando que “actualmente, nuestro salario, al tener estado militar, depende puramente del Ministerio de Defensa y no del Ministerio de Salud. A nosotros nunca nos equipararon el sueldo con los residentes del resto de CABA y estamos sujetos a la Ley 19.101, que es la ley militar”.
poder de recuperación
La mencionada Ley 19.101 está formulada para el personal militar, y contempla también al personal médico que se desempeña en el hospital mencionado.
Según la entrevistada, los efectos de esta ley no sólo les coarta el acceso a este aumento salarial, sino que también les limita el poder de reclamación. “Nosotros no tenemos ningún gremio que nos respalde. Sí nos estamos agrupando, un poco a escondidas, dado que esa ley dispone de sanciones militares que pueden derivar en la pérdida del trabajo, no solo acá, sino que nos prohibirían el ingreso a otras entidades públicas”.
Por esto, el personal realiza los reclamos a través del diálogo con las autoridades del hospital, aunque desde allí aseguran que el poder de incrementar salarios no les corresponde a ellos, sino al ministro de Defensa, Jorge Taiana.
Los médicos organizan entre ellos y ellas reuniones para coordinarse colectivamente, ya que no cuentan con patrocinio gremial. “Estamos viendo entre varios compañeros de ir pidiendo los papeles de baja, que significa pedir la renuncia, porque la situación es insostenible”, contó la médica entrevistada por NU.
Infraestructura y servicio de salud
En el año 2021, la Organización Mundial de la Salud sugirió como meta que los países destinen el 6% de su PBI al sistema de salud, pero en Argentina no llega al 3% en el sector público. La experiencia internacional indica que los países con mayor nivel de equidad en salud son aquellos cuyos gastos en este rubro superan el 6 % del PBI en el sector público, exclusivamente.
Este contexto afecta no sólo al personal de salud, sino que también deriva en el desabastecimiento de insumos en muchos hospitales públicos, lo que entorpece el servicio de salud de calidad y la sobreexplotación de los profesionales de esta área, que deben cubrir múltiples puestos vacantes, así no sea la especialidad a la que se dedique.
El cansancio del personal se agravó en la pandemia y su consecuente aislamiento social en cuarentena, dado al desborde de los hospitales por casos de Covid-19 donde, además, muchos profesionales de la salud han dejado su vida ya sus propias familias. Sin posibilidad de vacaciones o licencias, éstos han trabajado a destajo y han dejado expuesto no sólo el valor de su trabajo sino también de la escasa infraestructura y presupuesto con el que cuenta el sistema de salud.
Su esfuerzo fue tan valorado, que durante mucho tiempo en la pandemia, todos los días a las 21:00 los vecinos y vecinas de Buenos Aires se asomaban a sus ventanas y balcones para aplaudir a los profesionales de la salud que batallaban contra el virus que se cobró más de 16 millones de vidas alrededor del mundo entero. El presidente Alberto Fernández y los ministros de Salud engrandecían en cadena nacional a los “héroes de la Patria”.
Los médicos plantearon que no son héroes; sino trabajadores. Y que no necesitan aplausos, necesitan un sueldo digno y mejores condiciones de trabajo.