Andrés Ibarra es economista graduado de la Universidad Católica (UCA) donde también se desempeñó como docente. Posteriormente, realizó el posgrado “Executive Program in Strategy and Organization” en la universidad de Stanford, en Estados Unidos. Luego escribió una serie de libros sobre economía y política, entre los que se destaca “Pasión y Gestión”. Comenzó a trabajar con Mauricio Macri en la empresa SOCMA, acercamiento que se potenció durante la presidencia de Macri en Boca, adonde fue convocado para ser Gerente General del club. Además, ocupó puestos en la gestión pública tanto en la Ciudad, como en Nación. Fue Ministro de Innovación y luego fue nombrado vicejefe de gabinete de ministros. Ahora fue confirmado como candidato a Presidente de Boca para las elecciones de diciembre. A Noticias Urbanas le contó cuáles son los planes que tiene para traer financiamiento al club, ampliar el estadio, mejorar la infraestructura del barrio y volver a los años dorados del club del cual el formó parte.
Existen rumores de que Mauricio Macri no quería definir su candidato hasta no saber si las encuestas lo favorecían. ¿Es así?
Sabemos que van a ser elecciones difíciles. Riquelme es un ídolo de Boca, inclusive para nosotros. Pero estamos intentando plantear estas elecciones desde otro lado. Nuestro foco está en el manejo del club. Boca es una institución de primer nivel mundial. Y por lo tanto, la expectativa de los hinchas y socios es que Boca siempre gane todo. Y especialmente, los títulos internacionales. Ya no nos conformamos con los locales. Pero para lograr eso tenés que tener una conducción profesional y ordenada y, por sobre todas las cosas, que exista un equipo de personas idóneas. Nosotros tuvimos el privilegio de formar parte de la época dorada de Boca.
¿Se refiere al período de Presidencia de Mauricio Macri?
Exacto. Yo tuve la oportunidad de ser Gerente General en esa época. Y estas elecciones me parecen una oportunidad espectacular que no puede ser desaprovechada. Por supuesto, haremos la campaña necesaria para que los socios e hinchas nos conozcan a todos. Es cierto que a mí me conocen muchas personas del mundo de la dirigencia de Boca. Pero es necesario que me conozca el que me va a votar, que es el socio. Es fundamental generar un posicionamiento masivo. Y para ello, yo apuesto a la renovación. Estoy buscando a mucha gente joven, que ya se está sumando a los distintos equipos. Creo que vamos a hacer una gran plataforma, que va a combinar juventud y gente con muchísima experiencia en Boca.
Además del hecho de no ser tan conocido, ¿cree que presentarse bajo el paraguas de Mauricio Macri lo puede perjudicar?
Primero que nada, yo estoy encantado de que me vinculen con el macrismo. Yo lo conozco a Mauricio hace más de 40 años y lo he acompañado en muchísimos lugares. Y fue el mejor presidente de la historia de Boca. Ningún hincha de Boca puede desconocer o negar eso. Después, desde el lado de la política, uno puede estar a favor o en contra del macrismo. Pero son dos cosas distintas. Para Boca, Mauricio Macri fue, junto con Alberto Armando, el Presidente con más triunfos y más reconocido a nivel local e internacional. Eso no lo desconoce nadie. Y a mí me llena de orgullo haber participado de esa época. Y, por otro lado, me dio una enorme experiencia en todas las áreas que tienen que ver con el manejo del club. Desde ese lado, para mí es un enorme activo estar al lado de Mauricio.
¿Y sobre tu pasado en la política como Ministro de Modernización durante la presidencia de Macri?
¿Qué tengo que ver yo con la política? Para empezar, yo soy Licenciado en Economía. La mayor cantidad de mis años profesionales, he trabajado en el ámbito privado. Y me ha tocado aplicar mi experiencia de gerente en la política. Mauricio me convocó para la Ciudad y después para la Nación, como profesional en distintos sectores de la política. Pero mi origen no es el político. Me gusta más decir que soy un profesional que ha trabajado en política. No creo que para nada juegue en contra. Al contrario, creo que me brindó muchísima experiencia, que hoy me juega a favor. De hecho, cuando se dice que no se quiere meter a la política adentro de Boca se sabe que es una hipocresía. Los primeros que están haciendo política son los de la actual gestión. Por ejemplo, el otro día le echaron la culpa a la política de que le cerraron el estadio.
¿Por qué cree que se clausuró el sector Sur de las tribunas?
Fue un problema absolutamente de gestión. Primero, por no haber cuidado la infraestructura del estadio. Se recibieron denuncias de los propios socios. Y, en segundo lugar, por haber manejado mal el ingreso de socios e hinchas. Fue tal la desprolijidad, que se llegó al extremo de que socios y abonados no pudieron entrar. Fue un desastre. El desmanejo de la gestión provoca estas cosas, no la política.
En un contexto de crisis económica, ¿cómo pretende generar ingresos?
Yo creo que la mala gestión genera desconfianza en empresas e inversores. Boca no tiene suficientes sponsors. Hasta hay problemas de ingreso para renovar contratos importantes como el de Rossi. Uno, como dirigente tiene que saber financiar a los jugadores. Lo mismo, cuando por presión de la gente compran un cierto jugador y después no tienen como pagarle. ¿Y quién termina pagando el pato de la boda? El socio y el abonado. Le terminan aumentando las cuotas para poder financiar al club. Y eso es un gran error. Boca es la figurita buscada por todos. El financiamiento es viable en un marco de seriedad y transparencia. Hay que ofrecer una gestión que garantice confianza a las empresas. Cuando uno invierte, uno espera recuperar ese dinero. Además del prestigio que otorga Boca, por supuesto. Si no existen esas garantías, las inversiones no llegan.
¿Qué esquema de financiamiento tiene en mente?
Tenemos un equipo que ya está trabajando en el análisis de proyectos que se han presentado a lo largo de la historia. Está el Plan Esloveno. También el 360, que Ameal había prometido llevar adelante y nunca lo hizo. Y en función de eso, estamos pensando el Proyecto Óptimo para la bombonera. ¿Cómo? Se arma un flujo de fondos donde se ven las necesidades que hay que cubrir y cuántas ganancias le generaría a Boca. Y después, se presenta este plan a los potenciales inversores.
¿Qué planes a nivel infraestructura tiene en caso de que gane las elecciones?
Este plan sería integral porque quiero incluir el desarrollo urbano del barrio. No podemos disociar a Boca de su barrio. Tenemos que trabajar fuertemente con la Ciudad de Buenos Aires y la comuna. Hay necesidades actuales. Pero también hay necesidades que van a surgir a partir de las mejoras en el estadio. Hay que trabajar en conjunto para mejorar los accesos, generar playas de estacionamiento, y desarrollar polos gastronómicos y comerciales. En este sentido, la mejora del estadio significaría un beneficio para el socio e hincha de Boca, pero también para los vecinos. Hay que trabajar con el Gobierno de la Ciudad para conseguir la aprobación de los proyectos urbanísticos. También, hay que trabajar con los vecinos que viven en las 129 propiedades que están en frente de la bombonera.
¿Cómo ve la gestión actual en términos de obra urbanística?
Me parece insólito que en 3 años no hayan hecho nada. Podrían haber avanzando en el proyecto definitivo, en la negociación con los vecinos, en tratativas con el Gobierno de la Ciudad, pero no. Lo único que hacen es echarle la culpa a los demás. El problema lo tienen ellos mismos.
¿Ustedes pretenden cumplir con la promesa de agrandar La Bombonera?
Uno de los mayores orgullos de Boca es la cantidad de socios que tiene. Hoy, se estima que hay 110 mil activos y 180 mil adherentes. Es decir, casi 300 mil socios. Y hoy Boca le está incumpliendo al socio. El estatuto dice claramente que el socio de Boca puede entrar al estadio con la presentación de su carnet. Lamentablemente, esto no es así. A causa de los disturbios generados durante esta gestión, se aplicó un filtro. Y este filtro en sí mismo también es un problema, porque establece que puede ingresar a 12 de los últimos 15 partidos. Esto significa que el que ya no calificó, ya no califica más. Salvo que vayan modificando esto para permitir el acceso a todos. Entonces, por supuesto que entendemos la necesidad de agrandar la cancha para que puedan ir más socios. Y ni hablar de los socios adherentes, que nacen como consecuencia de un deseo de mucha gente de formar parte de Boca de alguna manera. Pero obviamente que el objetivo final es que el adherente pase a activo. Eso se desmadró y hoy hay adherentes que llevan años esperando.
¿Y cómo pretenden subsanar esta problemática?
Nosotros ya tenemos pensada una propuesta a favor de los adherentes. Y también, estamos preocupados por el incremento de socios activos durante la actual gestión. Queremos ver qué criterios se usaron para estos 15 mil nuevos socios. Queremos ver si se aplicaron las reglas. Esto está vinculado con los adherentes, porque nos llegaron casos de personas que llevaban menos tiempo esperando que otro montones de socios adherentes y sin embargo se volvieron socios activos antes. Estas cosas no pueden pasar. Tanto en el ámbito privado, como en el público he fomentado la transparencia. Y creo que el socio debe estar permanentemente informado de todo lo que se hace. Pueden estar de acuerdo o no, pero por lo menos saben qué se está haciendo y por qué. Hoy, no nos enteramos de nada.
Uno de los mayores ingresos que tiene la Ciudad de Buenos Aires es el turismo. ¿Lo están tomando en cuenta?
Por supuesto. Y lo que está pasando hoy es muy desafortunado. Hace poco, me enteré de que el paseo en el Museo de Boca ya no incluye más el recorrido por el campo de juego. El hincha de Boca se jacta de lo increíble que es ver un partido en la bombonera. Y resulta que después no dejamos que los turistas conozcan el estadio. Hay que entender que el turista es muy beneficioso para el club. En la medida en que entren nuevos ingresos, mejor para Boca. Y además, ¿qué mejor para nosotros que un extranjero se lleve una buena impresión del club? ¿Qué mejor que ese turista vaya a su ciudad de origen y que use una camiseta de Boca? Es la mejor forma de seguir haciéndonos conocidos. Y lo mismo pasa con las entradas para ver partidos. Es algo que siempre piden y a Boca le conviene. Estar abiertos al mundo es lo que nos da oportunidades de jugar torneos en el exterior.
Una de las deudas de los últimos años es el triunfo de la Libertadores. Otros países de la región, como por ejemplo Brasil, se encuentran en mejor situación económica, lo que les permite adquirir y conservar jugadores de mayor nivel. ¿Cuál es la ventaja comparativa de Boca?
No podemos ser ajenos a la crisis económica que hoy atraviesa la Argentina. Eso está claro. En un mundo globalizado, es importante ser competitivo y el fútbol no está exento de esto. Es verdad que Brasil nos ha superado en términos adquisitivos. Desde lo que valen los clubes allá, hasta los contratos para los jugadores. Pero los argentinos tenemos algo que es nuestro ADN. Tenemos un semillero natural extraordinario. Por supuesto, mágicamente no vamos a ganar. Hay que hacer los deberes. Tenemos que poner gestión. Y eso significa invertir en formaciones juveniles. Hay que invertir en táctica, alimentación y marco socio-educativo. Nosotros ya tenemos un proyecto en mente que sumado al ADN futbolístico de nuestros chicos podemos generar excelentes jugadores. Desde ahí, podemos competir en primer nivel.
¿Ve viable la posibilidad de que ídolos de Boca formen parte de su gestión?
Nosotros estamos orgullosos de la gloria futbolística que tenemos. Carlitos Tévez es una de ellas. Y varios de ellos están en la carrera como técnico. Hoy, Carlitos está en un impasse. Pero también está Martín Palermo. Está también Fernando Gago. Ni hablar del Pato Abbondanzieri, el Flaco Schiavi, Dieguito Cagna y Sebastián Battaglia. Tengo además el mejor de los vínculos con los mellizos. Son toda gente de primera que yo creo que nos van a acompañar. De hecho, en el lanzamiento de mi candidatura estuvieron el Pato, Schiavi, Diego, el Tanque Rojas y recibimos un vídeo del mellizo.
Riquelme está jugando con la carta de traer de nuevo a Leandro Paredes. ¿Lo ve factible?
Se habla mucho, pero no se hace nada. A Cavani lo iban a traer y al final, no pasó nada. Y creo que va a pasar lo mismo con Paredes.
Por último, ¿cómo cree que influyó el mundial en el fútbol argentino?
Los mundiales tienen esa particularidad de que todo el que gana se pone en la vidriera del mundo. Por supuesto que el mundo del fútbol ya sabe del talento argentino. Pero si encima ganan, son los jugadores del mejor equipo del mundo. Ahí apuntan los representantes de los clubes y los reclutadores. Es como si los equipos cotizaran en la bolsa y después del mundial, los valores de las acciones argentinas aumentaron. No podemos desaprovechar esta oportunidad.