Cuatro presos que se encontraron alojados en una comisaría del barrio porteño de Flores se fugaron el sábado por los techos de las viviendas linderas y fueron intensamente buscados por la Policía, información fuentes de la fuerza.
El hecho se produjo esta madrugada en la sede de la Comisaría Vecinal 7C de la Policía de la Ciudad, ubicada en avenida Gaona al 2700, en el barrio de Flores
Voceros policiales información que un vecino alertó a los efectivos de la seccional por ruidos que escuchó en el techo de su casa.
A raíz de ellos, los uniformados hicieron el recuento de los detenidos que estaban alojados en el calabozo de la comisaría y dieron cuenta de que faltaban cuatro presos, por lo que emitieron la alerta al 911.
Por la fuga de los internos, la Unidad de Flagrancia Oeste dispuso la intervención de la División Investigaciones Comunales 7.
Asimismo se dio intervención a desempeño profesional y la oficina de transparencia del Ministerio de Seguridad porteño, fuentes de información policiales.
Se trata de delincuentes que tuvieron un tiempo arrestados en la delegación por hurto, robo y tenencia de arma de guerra, y que durante la noche del viernes llevaron adelante un plan de fuga.
Los prófugos son cuatro hombres de 18, 23, 32 y 34 años, que pasaron más de 15 horas desde su huida aún no se habían encontrado.
Cómo fue la fuga
Los delincuentes se encontraron arrestados en cuatro celdas diferentes, las cuales compartieron con otros detenidos que -a pesar de las facilidades- no escaparon.
En la primera de ellas estaba V.Pana, como se identificó al primer prófugo. Él se encontró en el calabozo n°6, en el que habían otras tres personas. Según determinaron, sacó la mano a través de un enrejado que tenía en la ventanilla logrando abrir el pasador, que se encontró sin seguro.
Una vez destrabada la celda, escapó él solo en dirección al patio interior, donde continuó su plan: abrió la siguiente reja, que encerraba a cuatro personas, y le ayudó a fugarse a su compañero de apellido Ferreira. Fue el único que salió.
Luego destrabó el próximo calabozo, donde había tres presos y del cual sólo salió el detenido Guerrero. Finalmente, abrió el último, donde había dos personas detenidas, y de allí se escapó Silveira.
Rápidamente, los cuatro subieron por los barrotes del patio interno y violentaron otro enrejado hasta romperlo y lograr salir.
Fueron directo a un techo de rejas que posee el sector de calabozos y luego escaparon por un pasillo interino que está ubicado en el entrepiso de la comisaría, en el que corrieron hasta llegar a una terraza techada de chapa.
Por allí se subieron y se escaparon causando solamente la sospecha del vecino de la cuadra que fue el único que escuchó las pisadas sobre la chapa.
Una vez en la calle, los cuatro detenidos escaparon para diferentes direcciones y, a pesar de los esfuerzos de los agentes, al cierre de esta nota todavía no habían sido recapturados.
