Los cortes de suministro eléctrico que azotaron a gran parte del AMBA y provocan protestas a diario, en todos los barrios, desvelan al oficialismo, que este año buscará defenderse en las urnas. Sin embargo, en público, las máximas autoridades del Frente de Todos (FdT) esquivan el tema. Alberto Fernández, la vicepresidenta, Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Sergio Massa, no emiten una sola palabra al respecto, y, si accionan, dejan las comunicaciones en manos de sus secretarios o voceros.
El costo político de afrontar el caos del suministro eléctrico es demasiado alto, sobre todo de cara a las elecciones de agosto; y dar una solución en el corto plazo, dicen, es imposible. Como principal respuesta a los vecinos afectados decidieron responsabilizar a la distribuidora más problemática, Edesur, para canalizar la bronca ciudadana; o bien apuntan a la herencia macrista.
En el Gobierno se muestran “muy preocupados”, pero al mismo tiempo, “atados de manos” en lo que concierne a los cortes, y se resguardan para evitar pagar mayores costos políticos. El Presidente, que desde el martes se encuentra en reposo en Olivos por una intervención médica, elude hablar del tema que sigue afectando a miles de porteños y bonaerenses. No dijo nada el día del apagón que afectó a medio país, a partir de un incendio en un pastizal en General Rodríguez que obligó, preventivamente, a suspender la actividad de la central nuclear Atucha I. Y mantuvo el silencio sobre los cortes durante las semanas posteriores, cuando en el propio Gobierno admitieron que los problemas se debían al aumento de la demanda y ya no tenían origen en aquel incidente.
Desde los distintos espacios oficialistas aseguran que no hicieron un análisis del impacto de los cortes en su imagen, pero reconocen que afecta al Gobierno directamente. Algunos funcionarios, cerca de Alberto Fernández, atribuyen la envergadura del problema a un episodio de “mala suerte”, por la ola de calor inédita que, se atajan, “era imprevisible”.
Con la mirada puesta en los comicios, confían en que, a medida que pasen las semanas y empiecen a bajar las temperaturas, el tema deje de ocupar un lugar importante en la agenda de los votantes. “Seguramente muchos nos culpan, pero la gente en el fondo sabe que esto es sistémico, viene desde hace décadas. Y lo que más va a influir en el voto es la inflación”, analizó un asesor de Alberto Fernández.
El kirchnerismo, también esquiva, o bien ataca a la oposición. El viernes, Cristina Kirchner no dijo una sola palabra al respecto, en línea con la mayor parte de sus soldados. Sólo el sábado, en su demoledor discurso desde Avellaneda contra Alberto Fernández, Máximo Kirchner se diferenció de sus pares y le dedicó un pasaje a Edesur. Pero no dijo una palabra sobre los cortes de luz que afectaban, ese mismo sábado, a miles de vecinos, sino que se enfocó en el pasado y apuntó contra el empresario y amigo de Mauricio Macri, Nicolás Caputo, a quien llamó “el Messi de las finanzas”. “¿No les llama la atención que la familia Caputo ande buscando quedarse con Edesur? Los que tienen Edesur, ¿saben lo que les viene? ¿Pueden creerlo? Increíble”, dijo.
Como trama paralela en el desastre de la provisión de energía juegan la polémica segmentación tarifaria. El otoño, si bien traerá temperaturas más amigables, no evitará los aumentos que ya están pautados para los clientes de Edenor y Edesur, que alcanzará el 60% en el valor de sus facturas por el servicio de electricidad, y que será aplicado en dos tramos, primero en abril y después en junio. Los nuevos cuadros tarifarios, casualmente, se hicieron exactamente el 1° de marzo, el día del masivo corte de luz que afectó a 20 millones de hogares y opacó el discurso de apertura de sesiones extraordinarias de Alberto Fernández.
La oposición de Juntos por el Cambio (JxC), mientras tanto, aprovecha la crisis energética que tampoco pudo solucionar durante la gestión propia, para hacer campaña. Por caso, el jefe de gobierno porteño y líder presidenciable de Pro, Horacio Rodríguez Larreta, lanzó una campaña específica por redes sociales. “Sin reglas claras, no hay inversión. Sin inversión, se corta la luz”, publicaron desde su comando proselitista. Y reivindicaron la gestión de Mauricio Macri, cuando Juan José Aranguren estaba a cargo del Ministerio de Energía y Gustavo Lopetegui de la Secretaría. “Entre 2016 y 2019 se aumentó la capacidad de generación y reserva de energía. Después, todo eso se frenó”, publicaron.
Evitaron, como es lógico, cualquier alusión a los cortes de luz durante los veranos entre el 2015 y 2019 y al hito del apagón masivo del Día del Padre, en junio de 2019, que afectó a 50 millones de personas y traspasó las fronteras hacia Brasil y Uruguay. En ese momento, el Ejecutivo responsabilizó a Transener, la empresa de transporte de energía eléctrica.
Las primeras elecciones nacionales de este año, como es habitual, se realizarán en pleno invierno. Pero ya hay advertencias de que el suministro de energía también podría peligrar en los meses fríos.