YPF se queda con un nuevo activo estratégico del parque térmico y profundiza su influencia como actor clave en la generación eléctrica. Este viernes, el Directorio de la compañía ejerció su “derecho de preferencia” por tener el 40% de la Central Dock Sud y se quedó con las acciones de la italiana Enel al igualar la oferta que había hecho Central Puerto.
Como otro de los grandes jugadores del sector eléctrico, Central Puerto había aprovechado la situación de desinversión de los dueños de Edesur para avanzar sobre dos grandes activos metropolitanos como Central Costanera y Central Dock Sud.
Para ello, realizó una oferta de 48 millones de dólares para adquirir el paquete accionario de los italianos de la primera usina (75,7%) y de 54 millones por su porción en la segunda (41,2%).
No obstante, como la petrolera de bandera nacional era la segunda principal accionista de la termoeléctrica del sur del GBA, tenía el derecho de igualar la oferta de Central Puerto y así quedarse con el 81,2% de todo el paquete, cosa que confirmó en esta jornada.
Con esta jugada, el Gobierno también bloquea el ingreso de un aliado de la oposición como Nicky Caputo, que apuesta a comprar activos baratos este año, con la esperanza de un aumento de tarifa que recomponga sus ingresos a partir de un viraje electoral en octubre.
Se trata de una de las usinas más eficientes de todo el país, con 870 MW de capacidad instalada, donde otra petrolera, Pan American Energy, posee el 18,8% restante. Fue inaugurada en 1907, pero se modernizó totalmente a partir de una fuerte inversión.
De este modo, YPF supera el 10% de la generación eléctrica nacional con las centrales de El Bracho (Tucumán), el Complejo La Plata, la usina Loma Campana, la central de Manantiales Behr y cuatro parques renovables.
A su vez, participa como accionista en la Central Ensenada Barragán junto a Pampa Energía, quienes le compraron la usina a Enarsa en 2019 con el compromiso de finalizar la obra y ampliar su capacidad a 847 MW, cuestión que oficializaron a principios de año.