En diciembre del año pasado, renunció a su puesto como asesor del Presidente de la Nación. ¿Qué lo llevó a tomar esa decisión?
Consideré que se había cumplido una etapa. Ser asesor siempre es muy desafiante. La gente nunca conoce cuál es el trabajo que nosotros hacemos. Solo conocen el resultado. El éxito de un asesor viene cuando alguna de sus sugerencias es aceptada. Cuando esto no sucede, es mejor dar un paso al costado.
Muchos están hablando de que Alberto Fernández está obligando al Frente de Todos (FdT) a que vaya a unas PASO. ¿Coincide?
No creo mucho en este tipo de análisis. Lo que sí está claro es que Alberto Fernández asegura que las PASO son una herramienta indispensable para saldar las diferencias dentro del FdT. Esto tiene que ver con un montón de razonamientos y problemas reales del partido. Y el tema es que todos conocen estos problemas, porque son públicos. La pregunta sería si estos conflictos se pueden solucionar sin unas PASO. No lo sé. Dada la imagen que tenemos hoy, considero que las primarias son la mejor herramienta para subsanar estos cortocircuitos.
¿Cómo cree que afecta la dinámica interna del oficialismo en la gobernabilidad?
Sin duda, afecta en todos los aspectos. Con el diario del lunes, es claro que se necesitaba llegar a la asunción del 2019 con muchos más acuerdos sobre la planificación de los enormes desafíos que se venían. Es verdad que la pandemia fue una sorpresa para todos. Pero sí se conocía la dificultad que implicaba la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la reestructuración de la deuda privada. En ese sentido, es primordial asumir un plan claro en un país tan desafiante como es la Argentina.
Pasando a la Ciudad, ¿ve posible que el FdT termine con la hegemonía amarilla?
Después de 16 años de macrismo, se llegó a una situación muy delicada en la Ciudad. Cuando ganan por primera vez en 2007, prometen 10 kilómetros de subte. Y para el año 2023, van a haber construido 0. Es el gobierno que menos hizo en décadas. Lo del subte es una metáfora de los innumerables problemas que se están acumulando en la Capital. Me refiero a los negocios inmobiliarios, que generan un daño ecológico, un problema para el acceso a la vivienda y de alquileres y un daño al patrimonio. Es la Ciudad hecha para el negocio de unos pocos. Y eso se ve en las pretensiones del ex Presidente de que en el gobierno quede todo en familia. Por eso, creo que es clave convocar a toda la ciudadanía porteña, para poder construir una nueva etapa más participativa, más democrática y más transparente. Hay que poner a Buenos Aires en el lugar que se merece.
¿Cuál va a ser su rol en estas elecciones?
Mi rol va a ser ayudar al FdT en toda la elaboración que pueda aportar en al campaña electoral de la Ciudad de Buenos Aires. Desde el año pasado, estoy colaborando con Leandro Santoro. Contribuiremos de la manera que se pueda para dar vuelta la página en la Capital Federal, a casi veinte años de la llegada del macrismo.
