“Alquilar en la Ciudad de Buenos Aires se convirtió en una tortura. Son miles los testimonios del padecimiento que atraviesan los inquilinos a la hora de buscar casa. La situación es dramática y hay cosas que el GCBA puede hacer ya para empezar a aliviar la situación. Aprovechando propiedades y recursos que ya tiene el Gobierno de la Ciudad, nosotros proponemos crear un Banco de Viviendas Públicas para Alquileres Protegidos”, escribió el miércoles de la semana que pasó en su cuenta de Twitter el legislador del Frente de Todos (FdT), Manuel Socías.
El proyecto de ley presentado por el legislador se basa en “alquileres con precios asequibles que funcionen como referencia para el resto del mercado y que eliminen las barreras de entradas que hoy existen”.
“Ya contamos cómo el GCBA remata casas y departamentos, en su mayoría provenientes de herencias vacantes, que tranquilamente podrían destinarse para conformar un parque público de viviendas en alquiler. Entre 2021 y 2023, fueron casi 120 inmuebles”, señaló Socías y agregó: ” La indolencia (para ser buenos) del GCBA con el problema de la vivienda es exasperante. Sin NINGUNA necesidad, ahora revienta en el mercado departamentos que servirían para crear un stock público de alquileres protegidos. Locura, estupidez o connivencia”.
“Por otro lado, la Ciudad de Buenos Aires ya percibe grandes ingresos en dinero del sector de la construcción por dos vías: por contraprestaciones de Convenios Urbanísticos, y por el pago de Derechos de Desarrollo Urbano y Hábitat Sustentable (conocido como plusvalía urbana)”, explicó el legislador.
“Por Convenios Urbanísticos, que permitieron a los desarrolladores aumentar o modificar la capacidad constructiva de sus terrenos, el GCBA recibió en 2022 más de 3 mil millones de pesos. Mientras que por el mecanismo de Plusvalías Urbanas, el GCBA recaudó en 2022 la suma de $4.836.315.714. Solo en 2022, casi 8 mil millones de pesos por ambos conceptos. El equivalente aproximado a 400 departamentos para primera vivienda de los jóvenes que no pueden alquilar. Una enorme oportunidad para cambiar el enfoque”, manifestó Socías.
Sobre su propuesta, señaló: ” En concreto, nosotros proponemos que los desarrolladores paguen tanto las contraprestaciones de los convenios urbanísticos como los derechos de plusvalía con unidades de vivienda para destinar a alquileres. Si frenamos los remates de las herencias vacantes de departamentos y casas y, a la vez, dirigimos estos dos mecanismos a proveer viviendas, la Ciudad puede empezar a construir un stock de viviendas que le permita facilitar el acceso a la vivienda en alquiler, dijo.
Para Socías “es obvio que la macroeconomía es un problema que impacta en el mercado de alquileres, pero también es cierto que el GCBA tiene a disposición herramientas y recursos concretos que hoy elige no utilizar”.
Y cerró diciendo: “No hay soluciones mágicas que resuelvan el problema del acceso a la vivienda de un día para otro. Pero sí hay opciones, posibilidades y recursos locales que solo requieren de imaginación, planificación y definición política”.