Es licenciado en Historia de la Universidad de Belgrano, con un posgrado en la Universidad de Claremont en Estados Unidos. En los ochenta, ingresó al servicio diplomático y desde entonces ha sido embajador en Indonesia, agregado cultural en la embajada de España, en Túnez y en la República Árabe de Egipto. En 2018, se desempeñó en las áreas de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto y en la Dirección de Relaciones Económicas Bilaterales de la Unidad OCDE y de la Dirección de Asuntos Culturales. Recientemente, fue designado embajador argentino en Finlandia.
La incorporación de Finlandia a la OTAN implica el fin de un período de 80 años de no alineamiento. ¿Qué cree que incentivó este cambio de paradigma?
La sociedad finlandesa fue muy sensible a la invasión rusa en Ucrania. El país, que había mantenido una posición de no alineamiento militar desde el final de la Segunda Guerra Mundial, fue aumentando su punto de vista favorable de unirse a la alianza. Si bien no hubo una consulta popular al respecto, la unanimidad de opinión coincidió, tanto en los partidos políticos como en las instituciones y en la sociedad civil, expresándose a través de declaraciones y encuestas, considerando que había llegado el turno de Finlandia para unirse a la OTAN.
¿Qué significó la posición de no alineamiento durante la época en que se mantuvo vigente?
Hay que recordar que la posición de no alineamiento durante las últimas décadas había convertido a Finlandia en un interlocutor muy válido entre el este y el oeste. Prueba de ello fueron los llamados Acuerdos de Helsinski, firmados el 1° de agosto de 1975, al término de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa. Allí se acordó la inviolabilidad de las fronteras europeas y el rechazo al uso de la fuerza y toda injerencia en los asuntos internos de los países, como así también el respeto de los Derechos Humanos. Entre los países firmantes, se encontraban Estados Unidos, Canadá, la URSS y todos los países europeos, excepto Albania. En ese sentido, en julio de 2018, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump y de Rusia, Vladimir Putin, se reunieron en Helsinski, donde mantuvieron su primer encuentro, en un complejo momento para las relaciones transatlánticas. Frente a la crisis en materia de seguridad y a la escalada de tensión entre Rusia y Ucrania hacia finales de 2021, el presidente Sauli Niinistö sugirió volver al espíritu de los Acuerdos de Helsinki de 1975, para evitar la agresión rusa a Ucrania.
¿Es cierto que el principal objetivo de la incorporación de Finlandia a la OTAN es el aislamiento de Rusia?
Frente a la crisis de la guerra, Finlandia respondió de inmediato y de manera contundente. Al poco tiempo de iniciado el conflicto, el país recibió refugiados, se puso a su disposición un sistema educativo para que los niños recién llegados pudieran seguir con sus estudios y se habilitó de inmediato a los refugiados para que obtuvieran su visa de trabajo. Hacia los primeros meses de iniciado el conflicto, se presentaron más de 35.000 solicitudes de asilo en Finlandia, por parte de refugiados ucranianos.
¿Finlandia siempre mantuvo una relación cercana a la OTAN?
A pesar de su política de no alineamiento militar, Finlandia ha mantenido en los últimos años, una estrecha cooperación con la OTAN y ha modernizado su ejército progresivamente, homologando técnicamente sus capacidades a los de la Alianza. Así como Finlandia se unió a la Unión Europea en 1995, a la Eurozona en los inicios en 1999, el año 2023 marca su incorporación a la OTAN. Creo que además de la situación coyuntural en la que se resolvió su adhesión a la Alianza, también la misma es una respuesta a la consolidación de una identidad europea y occidental.
¿Cuál va a ser el rol de Finlandia en el conflicto ruso-ucraniano? ¿Van a participar las FF.AA. finlandesas?
Según información oficial, el país aportó, a través de donaciones, 930 millones de euros en apoyo de Ucrania desde febrero de 2022. Esa suma comprende 760 millones de euros en asistencia material de defensa, mientras que los restantes 140 millones de euros alcanzan a la asistencia humanitaria y la cooperación con el desarrollo. El país ha entregado distintas sumas a organismos internacionales como la Cruz Roja (CICR), el Fondo de Asociación para una Ucrania Resiliente, a la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNHCR), entre otras, para asistencia humanitaria. Como parte de la cooperación internacional, Finlandia le donará a Ucrania tanques Leopard 2, vehículos blindados de limpieza de minas y capacitación de uso y mantenimiento.
Con respecto a los vínculos comerciales con Argentina, ¿cree que se pueden ver afectados con este cambio?
Los vínculos económicos y comerciales entre Argentina y Finlandia no se ven afectados por este cambio. Tenemos una relación sólida y constante con el país, en permanente crecimiento. A causa de la guerra, muchos importadores de productos alimenticios consultan posibilidades de comprar productos en Argentina y de esta manera, surgen numerosas oportunidades comerciales. En este momento, nuestro país lleva a cabo con Finlandia la construcción de un buque de investigación polar, con tecnología de la empresa Acer Arctic, que se construirá en los astilleros argentinos de Tandanor. Seguimos trabajando en la cooperación en el ámbito forestal, y tenemos al vino Malbec como nuestro producto estrella en Finlandia. Este año, la promoción de este clásico argentino estará vinculado al fútbol, con la promoción del producto en distintos eventos deportivos.