La número dos del departamento de Estado estadounidense, Wendy Sherman, recorrió la capital argentina con un discurso para “fortalecer la democracia” ante el acelerado avance de China en el país. Dos de las áreas más importantes que tocó la enviada del presidente estadounidense fueron las de cooperación en materia nuclear y militar, en línea con los programas que unen a Argentina y el gigante asiático y que ponen en jaque la influencia de Washington en el Atlántico Sur. Entre ellos, la posible compra de aviones caza chinos JF-17 Thunder negociada por el ministro Jorge Taiana para reforzar la Defensa del país que supo ser potencial regional.
Más allá de las fronteras, el denominador común fue el mismo: el avance del gigante asiático en la región a través de la cooperación en diferentes áreas, entre las que destacan la económica, la nuclear y la militar.
Sherman es la primera mujer en ocupar el segundo puesto de mayor jerarquía en el Departamento de Estado, el encargado de desplegar la política exterior estadounidense. En su visita por el país, la número dos de Antony Blinken hizo un llamado a la alianza entre países democráticos de la región frente al “auge de los autoritarismos”, que ya no solo se reduce a Cuba “como era antes”, sino que se expande a otros países como Venezuela o Nicaragua.
Con respecto al caso argentino, en las últimas semanas resonó el avance de las negociaciones para la compra de aviones de combate JF-17 Thunder de origen chino-pakistaní, una alternativa que seduce al ministro Jorge Taiana para reforzar la defensa aérea frente a los caza F-16 estadounidenses. También se destacó la cooperación sino-argentina en materia nuclear
Consultada sobre la estrategia de Washington para contrarrestar el avance chino en estas áreas, Sherman no dio mayor detalle sobre los aviones pero sí hizo hincapié en la dimensión nuclear de la relación. “Argentina comprende bien la energía nuclear, tiene la capacidad de avanzar en fabricar reactores pequeños con nosotros o con otros. No les pedimos que elijan entre nosotros y China, pero lo que sí decimos es que tienen que ser cautos, entender qué es lo que están comprando. Por ejemplo, ¿el reactor será construido por trabajadores argentinos o chinos? ¿Los términos de financiación son buenos para argentina o solo para china? Esto aplica a cualquier negociación. La seguridad y la soberanía argentina, ¿se verán protegidas?”, reflexionó.
Finalmente, la enviada por Biden bajó el tono en su argumentación y subrayó que no es que Estados Unidos “está en contra” de China o busca confrontar sino que lo que quiere es competir “en igualdad de condiciones. No buscamos estar en conflicto ni cambiar la forma de gobierno en China sino estar de acuerdo en las reglas del juego”, señaló.
A tal fin aclaró que su país reforzará alinearse a países productores de energías y alimentos: “Nos estamos alineando con nuestros socios y colaboradores, como Argentina, para tener cadenas de suministro resilientes”.
Negociación con el FMI
La funcionaria estadounidense ratificó el apoyo de Estados Unidos a los avances entre Argentina y el organismo internacional de crédito. “El mundo necesita confiar en los países para poder invertir y para que el potencial pueda realizarse y crear los puestos de trabajo del futuro”.
“Hay un programa entre FMI y Argentina y lo que negocien es algo que EE.UU. apoya. Quiero felicitar a Argentina por las revisiones que están yendo muy bien. Es importante arreglar la macroeconomía para habilitar reformas mas amplias a futuro de estas instituciones multilaterales”, cerró.
La cooperación en materia nuclear
Durante su visita a Argentina, Wendy Sherman se reunió con los ministros Santiago Cafiero y Sergio Massa, pero también con la secretaria de Energía, Flavia Royón, y su par de Minería, Fernanda Ávila. En el cierre de la jornada, dio un discurso en el que habló sobre la cooperación en materia nuclear entre Argentina y la República Popular China (RPC). En ese sentido destacó que si bien Argentina “comprende bien la energía nuclear” respecto a la fabricación de reactores pequeños el país debería “ser cauto” a la hora de acordar con Beijing.
“No les pedimos que elijan entre nosotros y China, aunque creo que nosotros tenemos productos superiores para ofrecer. Pero lo que sí decimos es que tienen que ser cautos, entender qué es lo que están comprando”, puntualizó. Entre los motivos destacó la fuerza laboral para la producción de esos insumos y los términos de financiación de los proyectos. “La seguridad y la soberanía argentina ¿se verán protegidas?”, se preguntó.
Por su lado, en un gesto de complicidad el gobierno argentino suspendió una serie de programas sino-argentinos que preocupaban al gobierno de EE.UU., entre ellos la instalación de la cuarta central nuclear, con el fin de mostrarse alineado al país cuyo apoyo es fundamental para las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con el Banco Mundial.