Feoktistov: “Hay que acabar con el nazismo de una vez y para siempre”

Feoktistov: “Hay que acabar con el nazismo de una vez y para siempre”

El embajador de Rusia en Argentina, Dmitry Feoktistov, recordó a los héroes de su país que se levantaron contra los nazis.


El embajador de Rusia en Argentina, Dmitry Feoktistov, se refirió al 78° aniversario del Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria de los años 1941-1945. A continuación las afirmaciones que a través de un comunicado expresó el diplomático ruso en nuestro país:

El día 9 de mayo es una gran fiesta en Rusia. Celebraremos el 78° aniversario del Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria de los años 1941-1945. Este día está inscrito para siempre en la historia de nuestro país como un triunfo de la solidaridad y el espíritu del pueblo soviético, su hazaña sin precedentes en el frente y en la retaguardia. La guerra que duró 1418 días dejó una huella trágica en cada familia soviética, cobrando unos 27 millones de vidas. Recordamos y honramos a nuestros héroes que se levantaron para defender la Patria de los criminales nazis.

Con el paso del tiempo se queda cada vez menos participantes y testigos de aquellos acontecimientos dramáticos. Ahora en Argentina vive la única veterana ruso parlante de la Gran Guerra Patria, Maria Kadar. Su destino es verdaderamente extraordinario. Nació el 23 de marzo de 1931 en la región de Kursk. Durante la guerra fue evacuada a la región de Sverdlovsk, donde se dedicó a la preparación de leña para una central térmica y otros trabajos duros para las necesidades del frente y la retaguardia. Por su dedicación recibió posteriormente el título de “Veterano de Guerra y Trabajo”.

En el período de posguerra, Maria Kadar vivió durante mucho tiempo en el Donbass en la ciudad de Gorlovka. Parecía que las pruebas que habían caído sobre ella durante los años de guerra nunca volverían a suceder. Sin embargo, en 2014, después de un violento golpe de Estado en Kiev Donbass se convirtió en el blanco de los nacionalistas enojados que llegaron al poder en Ucrania buscando borrar todo lo ruso del país. Según las memorias de la compatriota, a veces volaban fragmentos de proyectiles ucranianos justo debajo de sus ventanas. Huyendo de los constantes bombardeos, se vio obligada a abandonar su tierra natal e trasladarse a la lejana Argentina para reunirse con la familia de su hija.

Mientras tanto, una terrible tragedia se desarrollaba en Ucrania. Incitados por Occidente, los herederos del nazismo desencadenaron una guerra a gran escala contra sus propios ciudadanos de las regiones del sureste del país. Argumentando que los rusos y el idioma ruso no tienen cabida en “su” Estado, buscaron erradicar por la fuerza la conexión profunda de las sus compatriotas con Rusia, privarlas de su propia identidad, sacarlas de Ucrania o simplemente destruirlas. Sin embargo, los ataques del régimen de Kiev encontraron una feroz resistencia por parte de los habitantes de Donbass, quienes se levantaron con determinación para defender su tierra. Tal como lo hicieron en su tiempo los legendarios héroes de la Gran Guerra Patria.

Para proteger a la gente y eliminar la amenaza que representan los neonazis, el 24 de febrero de 2022 Rusia decidió iniciar una operación militar especial. Hoy luchamos codo con codo con los defensores de Donbass, que se han convertido en nuestros conciudadanos. Desafortunadamente, Ucrania resultó ser solo un peón en manos de los “estrategas” occidentales que lanzaron una guerra proxy contra el estado ruso.

Las causas de lo que está sucediendo son claras para cualquier observador reflexivo. Rusia, como un país-civilización distintivo con una experiencia milenaria de la estatalidad, una política exterior independiente y valores tradicionales, representa un obstáculo peligroso para los Estados Unidos y sus aliados en su camino hacia la construcción de un sistema global monocéntrico basado en la hegemonía incondicional de Washington y el dominio de los “mil millones de oro”. Es por eso que Occidente está gastando sumas astronómicas en apoyo militar al régimen de Kiev, bombeándolo con nuevos tipos de armas modernas. Rusia, por el contrario, busca formar un orden mundial multipolar justo y democrático, construido sobre los principios de la igualdad soberana y teniendo en cuenta los intereses de todos los estados. Es alentador que esto es evidente a la mayoría de los países del mundo, que no se han sumado a las sanciones ilegítimas contra Rusia.

Hoy, igual como hace 78 años, la humanidad debe deshacerse de la podrida idea de la superioridad nacional. Hay que acabar con el nazismo de una vez y para siempre. Esto lo confirma el destino de Maria Kadar.

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