El viernes, se realizó en Hipólito Yrigoyen y Balcarce, entre Casa Rosada y el Palacio de Hacienda, el acto en conmemoración del sexagésimo octavo de los bombardeos a la Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955, organizado por la Multisectorial por la Memoria Histórica.
Estuvieron presentes Taty Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Alejandro Amor, secretario general adjunto de SUTECBA y presidente de OBSBA, María Daniela Marino, presidenta de la Comisión de Familiares de Víctimas del Bombardeo, Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos de la Nación, Fernando Barrera, presidente de la Agrupación Peronista Blanca y secretario de Profesionales de UPCN, Diego Lualdi, referente de la Corriente Clasista y Combativa, Eduardo Tavani, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital y secretario adjunto de la CTA, Laura Velazco, legisladora porteña, Nora Patrich, artista plástica.
Durante el acto, las y los organizadores destacaron la importancia de visibilizar y recordar esta fecha en la que murieron más de 350 civiles y más de 2000 resultaron heridos cuando aviones de la Armada Argentina, con apoyo de sectores de la Fuerza Aérea en connivencia con sectores políticos, civiles y eclesiásticos, lanzaron más de 100 bombas con un total de entre 9 y 14 toneladas de explosivos en pleno centro porteño. El ataque tuvo como objetivo principal asesinar al presidente Juan Domingo Perón y a los miembros de su gabinete para consumar así un golpe de Estado.
“Somos las y los militantes políticos los que estamos comprometidos con la memoria de las víctimas de este atentado, los que nos pusimos de pie para recuperar la democracia, los que luchamos contra la dictadura y los que nos animamos a salir a las calles en 2001 cuando la Argentina se venía abajo, los que estuvimos con Néstor y Cristina, los que no tenemos odio ni queremos revancha, no vamos por la justicia por mano propia. Queremos memoria, verdad y justicia. Queremos que trascienda en el pueblo argentino lo que escondieron durante años. Pero hay algo que nunca van a poder tapar: la memoria popular”, aseguró Alejandro Amor, que fue el principal orador junto a Taty Almeida.
“Este hecho omitido por la historia oficial, comenzó a visibilizarse recién durante los gobiernos de Néstor y Cristina. Hoy necesitamos construir una unidad, una que se demuestra con hechos y no con las palabras para enfrentar al enemigo”, sentenció Taty.
En tanto, Pietragalla Corti confirmó que, junto con la APDH y Daniela Marino, hizo la presentación judicial para que el bombardeo sea declarado crimen de lesa humanidad y así poder comenzar con los juicios por la verdad “para que se sepa quienes fueron los responsables, los cómplices y a partir de esa verdad generar un sentido común en nuestra sociedad”. Además agregó: “Aprendimos de las Madres y las Abuelas que la construcción de la memoria, la verdad y la justicia repara integralmente lo simbólico de nuestra democracia”.
El dirigente Barrera manifestó: “Es el segundo año que venimos a exigir que se repare la memoria. Hace 68 años mi papá trabajaba a dos cuadras y muchos murieron en esa jornada en la que estaba previsto un desfile aéreo para celebrar. Pero no hubo celebración, hubo terror y muerte. Hoy lo hacen con otras metodologías y pretenden criminalizar el derecho a reclamar. Ya la CGT y la CTA en la OIT repudiaron el decreto del gobierno de Jujuy. Es momento de unirnos en hermandad de los hombres y mujeres que trabajan. Construyamos la unidad. Construyamos el deseo y el destino de todos. Construyamos juntos la Argentina que nos merecemos”.
Por su parte, Velazco reflexionó: “Desde este pueblo trabajador que ha sido bombardeado es desde donde tenemos que construir otra Argentina, recuperar las banderas de nuestras luchas para no tener que estar siempre empezando otra vez”.
Para finalizar, la Comisión de Familiares de las Víctimas junto al resto de las y los organizadores colocaron una ofrenda floral a los pies del monumento en homenaje a las víctimas.
Este atentado terrorista contra el peronismo y contra la democracia argentina no fue el inicio pero tampoco fue el final de la violencia política que todavía hoy enfrentamos. Por eso se destacó la importancia de defender la memoria histórica y la democracia argentina frente a sectores que aún hoy violentan al pueblo y a las y los dirigentes del campo nacional y popular.