En medio del cierre de listas, las disputas internas y las disputas por el poder, los gremios más poderosos se preparan para hacer pie en un terreno que conocen muy como es el de la negociación paritaria en tiempos electorales.
El bancario Sergio Palazzo puso primera un mes atrás cuando revisó el acuerdo trimestral de la actividad y estiró el aumento salarial al 66% para los primeros 6 meses del año, superando el tope del 60% que había imaginado el ministerio de Economía para fijar al conjunto de las paritarias para todo el año.
Con la misma aspiración, desde esta semana los grandes gremios de la CGT comenzaron a reabrir sus respectivos convenios en un esquema que supone aumentos anualizados por encima del 110%, aunque todavía corriendo por detrás de las estimaciones privadas que proyectan una inflación en torno al 150% para 2023.
El proceso de revisión de las paritarias ya en marcha cuenta, de cualquier manera, con un guiño indisimulable del ministro de Economía y flamante precandidato presidencial de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa.
El grueso de los nuevos acuerdos -si bien con un parámetro de aumentos que supera el promedio de los convenios previos- se firmará por un período de tres meses (julio-septiembre) que coincidirá con el trámite principal de la campaña, lo que despejará la inquietud por un horizonte de mayor conflictividad en un momento clave para los planes electorales de Massa.
Además, las reaperturas buscan compensar la inflación pasada. Así los incrementos salariales convenidos por períodos cortos si se anualizan están aún por debajo de la suba de precios estimada para todo 2023. “Hay cierta expectativa de que algunos precios puedan empezar a desacelerarse, habrá que esperar. Si eso no ocurre se irá resolviendo en cada negociación”, afirman desde la conducción cegetista, alineada con la aventura presidencial del ministro.
La construcción sigue sumando
Con esos elementos de fondo, el titular de la UOCRA y uno de los principales líderes de la central obrera, Gerardo Martínez, suscribió este lunes la revisión de la paritaria sectorial.
El entendimiento sellado con los representantes de la Cámara de la Construcción (Camarco) fijó un aumento de 29,6% para el trimestre julio-septiembre en tres tramos acumulativos (10% en julio, 9% desde agosto y 8% en septiembre).
El acuerdo, además, estableció la creación de una comisión especial para el seguimiento permanente de las variables económicas y del sector con potestad de reabrir las discusiones antes de la culminación del entendimiento (30 de septiembre) en caso de un aceleración imprevista en el nivel de inflación.
El nuevo incremento, que beneficia a unos 430.000 trabajadores de la construcción, se sumó al aumento de 22% también en un esquema escalonado que se había convenido en la negociación sectorial para el período abril-junio, con lo que la suba (acumulativa) para el primer semestre del acuerdo redondea una mejora del 58%.
La UOM, los mercantiles y Sanidad ya empezaron a negociar
Sobre un parámetro similar para el nuevo período paritario se comenzaron a negociar en los últimos días otros dos convenios clave: el de la industria metalúrgica, que suele funcionar como la referencia para el resto de las actividades del sector fabril, y el de empleados de comercio, el más numeroso del sector privado, involucrando los salarios de más de 1,2 millón de trabajadores.
En la primera de esas negociaciones, el gremio de la UOM, conducido por el kirchnerista Abel Furlán, reclamó un incremento de 30% acumulativo para el trimestre julio-septiembre, con la inclusión de una suma fija de $ 60.0000, y aguardan la respuesta de la representación de las seis cámaras de la actividad. El período previo de la paritaria, con vigencia entre abril y junio, había cerrado con una suba de 18,8% en tres tramos.
En el caso de la paritaria mercantil, que negocia el sindicato liderado por Armando Cavalieri, la apuesta es convenir una suba adicional, con vigencia entre julio y septiembre, que eleve el porcentaje semestral de recomposición por encima del 50%. En abril el sector firmó una mejora trimestral de 19,5% que se instrumentó en tres iguales de 6,5% y llevó el sueldo básico de la actividad a partir de junio a $ 220.000.
En ese mismo parámetro, es decir un incremento de 50%, el triunviro cegetista Héctor Daer había firmado en abril la negociación del convenio de Sanidad con el sector asistencial (prepagas, clínicas y sanatorios), en uno de los pocos acuerdos semestrales de la actual ronda de paritarias. Ahora el gremio debe discutir la revisión de los convenios trimestrales con la industria farmaceutica y de droguerías para replicar de mínima un incremento similar.
Moyano vuelve a la carga
Otro de los que apuesta a reabrir desde este mes su paritaria es el jefe de Camioneros, Hugo Moyano. El sindicalista, que firmó en octubre pasado un aumento en 4 tramos de 107%, pidió a principios de mayo revisar el entendimiento, pero ante la negativa empresaria terminó acordando un aporte extraordinario de las compañías a la obra social del gremio, que le garantiza un ingreso adicional de $ 4.000 millones por un semestre.
Pero ante la aceleración de inflación en abril y mayo, Moyano padre volverá a la carga para adelantar el pago del último tramo del acuerdo vigente (26% previsto con los salarios de agosto) y negociar un incremento adicional que compense la suba de precios, anticiparon desde el entorno del dirigente.