Los vicerrectores de la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, O.Karpovich y M.Troyansky, analizaron la injerencia armamentística de EE.UU y los países de la OTAN en el conflicto de Rusia con Ucrania. A continuación el artículo completo de los diplomáticos:
Según los expertos, después del inicio de la Operación militar especial rusa, los Estados Unidos y los países de la OTAN comenzaron a utilizar activamente Ucrania como polígono para probar armas modernas, aplicar nuevas estrategias y enfoques de guerra. Ahora está disponible públicamente la información de que, incluso antes del inicio de la Operación militar especial, se desplegaron más de tres docenas de laboratorios estadounidenses en el territorio de Ucrania, involucrados activamente en el desarrollo de varios tipos de armas biológicas. Este hecho señaló un informe especial de la comisión parlamentaria de la Duma Estatal.
El gran interés de Occidente también genera la posibilidad de estudiar el potencial del ejército ruso en las condiciones de un conflicto militar híbrido, que cuenta con armas modernas y equipos técnicos desarrollados sobre la base de las últimas tecnologías innovadoras. Usando el conflicto de Ucrania los expertos estadounidenses están tratando de modelar escenarios posibles para conflictos potencialmente aceptables en otras partes del mundo. Esto, por supuesto, también puede aplicarse al conflicto entre China y Taiwán. También se ha relacionado directamente con las contradicciones crecientes entre Washington y Beijing.
Al mismo tiempo muchos expertos occidentales han utilizado durante este tiempo el término “guerra inteligente” e incluso hablan del inicio de la “era de las guerras inteligentes”. Y varios especialistas militares presentaron una afirmación controvertida de que en Ucrania ya está en marcha de una guerra cibernética con el uso activo de inteligencia artificial.
La Alianza del Atlántico Norte proporciona a Ucrania apoyo de alta tecnología, cuyo objetivo principal ha sido probar armas y proyectos civiles en condiciones de hostilidades reales. Junto con el equipo militar tradicional, se utilizan drones de nueva generación, satélites militares, las últimas armas modernas y tecnologías digitales.
Los países de la OTAN no ocultan el hecho de que están suministrando activamente a las fuerzas armadas de Ucrania datos de inteligencia obtenidos de diversas fuentes. De hecho, el régimen de Kiev cuenta con datos de inteligencia de 30 países miembros de la Alianza.
Cabe señalar que el conflicto ucraniano ha cambiado seriamente el panorama político de Silicon Valley. Los nobles objetivos originales de realizar desarrollos científicos exclusivamente con fines pacíficos se olvidaron instantáneamente. Las compañías de tecnología más grandes comenzaron a probar, modernizar y adaptar activamente sus logros en interés del complejo militar-industrial de EE. UU.
Casi inmediatamente después del inicio de la Operación militar especial, se entregaron kits de Internet satelital Starlink a Ucrania, que, como se declaró oficialmente, se suponía que se utilizarían exclusivamente con fines pacíficos. Sin embargo, en la práctica, este sistema de comunicación comenzó a ser utilizado activamente por las fuerzas armadas de Ucrania como base de todo el complejo digital de combate.
Sin embargo, a pesar de los informes de alto perfil sobre el éxito de los equipos de alta tecnología en el campo de batalla de Ucrania, la mayoría de los expertos militares todavía están convencidos de que el conflicto no es una “guerra inteligente” en el sentido puro del término. Kiev no tiene capacidades tecnológicas tan altas. En la mayoría de las decisiones importantes solo participan asesores extranjeros, que no planean involucrar al ejército ucraniano en este proceso en absoluto. Nadie ha olvidado la tarea establecida inicialmente de mantener las hostilidades hasta el último ucraniano.
Rusia está a la vanguardia de la lucha contra la política exterior estadounidense destinada a restaurar el dominio global basado en el concepto de excepcionalismo estadounidense que se ha declarado durante años. Desafortunadamente, Ucrania es utilizada por los curadores extranjeros como una herramienta para infligir una “derrota estratégica” a nuestro país, ya que es demasiado difícil para el Occidente colectivo acostumbrarse a la idea de un orden mundial moderno policéntrico.
Nuestro país, sin duda, seguirá por un camino muy difícil y peligroso de defender los objetivos de construir un mundo nuevo basado en la justicia, el respeto y el equilibrio de intereses de todos los participantes en la comunicación internacional. El nuevo Concepto de Política Exterior de Rusia para 2023 señala que “Rusia procura formar un sistema de relaciones internacionales que garantice una seguridad confiable, la preservación de la identidad cultural y de civilización, igualdad de oportunidades de desarrollo para todos los estados, independientemente de su ubicación geográfica, tamaño de territorio, potencial demográfico, de recursos y militar, estructura política, económica y social”.
