Tres chicos que concurren al mismo jardín de infantes y otro, hermano de uno de los anteriores, que asiste al colegio primario de la misma institución privada, presentaron síntomas que denotan sospecha de meningitis. Esto fue comunicado por el Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de su Departamento de Epidemiología, después de que los chicos fueran atendidos en centros de salud privados entre el martes 17 y el miércoles 18 de junio.
El Servicio de Área Programática del hospital correspondiente a los domicilios y a la institución escolar de los pacientes, ubicados en el Barrio de Parque Avellaneda, ya realizó la intervención sobre los contactos familiares e institucionales, administró la medicación necesaria para realizar la quimioprofilaxis, e indicó otras medidas de prevención y control pertinentes. Al mismo tiempo, continúa monitoreando la evolución de los demás alumnos del colegio en el que fueron detectados los casos.
Los casos de esta enfermedad notificados al Departamento de Epidemiología en lo que va de este año ya suman 155, 60 por ciento de los cuales correspondieron a personas que no residen en la capital.
Durante el año en curso y hasta el día de la fecha fueron notificados al Departamento de Epidemiología 155 casos de meningitis. Cabe destacar que este número de casos se encuentran dentro de los esperados para esta época del año.
La meningitis es una dolencia que se provoca por la inflamación de las membranas, o meninges, que envuelven el sistema nervioso central y puede ser originada tanto por bacterias como por otros grupos de gérmenes. El contagio es de persona a persona por contacto directo y por la vía respiratoria. Ante el contacto con una persona que sufre esta dolencia o aparición de los síntomas se debe concurrir al médico y cumplir con las indicaciones que le recomiende el profesional. La quimioprofiláxis (medicación antibiótica preventiva) sólo es necesaria en algunos tipos de meningitis bacteriana.
Entre los síntomas se destacan: fiebre alta; cefalea intensa con rechazo a la luz; nauseas; vómitos; en algunos casos: manchas rosadas en la piel; en lactantes: rechazo de alimento y llanto persistente; en niños pequeños: irritabilidad y somnolencia; también: rigidez de nuca, alteración de la conciencia y convulsiones.
