Sin número para alcanzar el quórum que le permita abrir el recinto, el Frente de Todos (FdT) del Senado desistió de convocar a una sesión para este jueves, tal como reclamaba Cristina Kirchner, con la intención de aprobar un paquete de más de 70 nombramientos judiciales y darle un nuevo acuerdo a la jueza Ana María Figueroa, de claros vínculos con el kirchnerismo y que se verá obligada a jubilarse si antes del próximo miércoles, cuando cumplirá 75 años, no consigue que le extiendan su magistratura por otros cinco años.
El jefe del bloque oficialista, el senador formoseño, José Mayans, confirmó el fracaso de la jugada que había iniciado el Frente de Todos (FdT) para tratar de sesionar.
En esta oportunidad, el oficialismo ni siquiera pudo convocar a sesión ante la resistencia de Alberto Weretilneck (Río Negro), habitual aliado del kirchnerismo que desde abril es gobernador electo de su provincia, y por la ausencia de la chaqueña, Inés Pilatti de Vergara, quien avisó que no podría viajar por cuestiones familiares, lo que hizo explotar de bronca a Cristina Kirchner.
Este es el segundo intento fallido del kirchnerismo por aprobar el pliego de Figueroa. El anterior fue el 12 de julio. En aquella oportunidad, los responsables del traspié fueron los peronistas díscolos del bloque Unidad Federal, Guillermo Snopek (Jujuy) y Edgardo Kueider (Entre Ríos) que no bajaron al recinto molestos porque no se habían cumplido las exigencias que habían puesto para sumarse a la movida.
En este marco el oficialismo se vería obligado a esperar hasta después de las elecciones primarias del 13 de agosto para volver a la carga. De hecho, desde el entorno de Weretilneck dejaron trascender que el senador decidió esperar el resultado de las PASO antes de comprometer su apoyo con el oficialismo.
Para esa fecha, Figueroa ya habrá cumplido 75 años y podría quedar obligada a jubilarse, aunque en usinas judiciales kirchneristas sostienen que, como su pliego tiene dictamen de comisión, lo que se vería como un principio de luz verde a su continuidad, podría obtener el acuerdo del Senado después de superada la fecha de su próximo onomástico y mantener su poltrona en la Cámara de Casación Penal.
Figueroa, que preside la Cámara de Casación Penal, integra la sala del tribunal que debe decidir si la causa Hotesur y Los Sauces, que tiene como acusados a la vicepresidenta y sus hijos Máximo y Florencia, debe reabrirse y llegar al juicio oral y público.
En Juntos por el Cambio (JxC) tomaron el nuevo fracaso kirchnerista como un triunfo. La oposición denuncia que el pliego de Figueroa es un caballo de Troya que esconde las verdaderas intenciones de Cristina Kirchner, que serían aprobar en la misma sesión un paquete con más 70 acuerdos judiciales que le permitirán seguir colonizando el Poder Judicial.