Cele Fierro: “El peronismo y la UCR le facilitaron la tarea a la derecha porteña”

Cele Fierro: “El peronismo y la UCR le facilitaron la tarea a la derecha porteña”

La precandidata a legisladora del FIT habló con NU sobre la interna de la izquierda y criticó al peronismo, al radicalismo y al Pro.


“La Ciudad está secuestrada por IRSA y otras corporaciones del capitalismo de amigos de la CABA”, le dijo Celeste Fierro, precandidata a legisladora del FIT-Unidad, a Noticias Urbanas al describir al Gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta. Fierro encabeza la lista de legisladores porteños que lleva como precandidata a Jefa de Gobierno a Vanina Biasi y a Gabriel Solano como precandidato a presidente. En las PASO del domingo 13 de agosto, el FIT va a una interna entre dos listas, una es la que encabeza Solano y que está conformada por el PO y el MST y la otra, es la que lidera la precandidata presidencial Miryam Bregman, que está integrada por el PTS y la Izquierda Socialista.

Sobre ese enfrentamiento interno que se da en la izquierda, Fierro dijo: “No alcanza con juntarse cada dos años cuando se vota y apostar al marketing electoral. Para el modelo de país que preparan Larreta, Bullrich o Massa, hace falta una izquierda protagonista”.

En un reportaje con NU, la precandidata del MST también habló de las elecciones a nivel nacional. “Hay un horizonte de incertidumbre para octubre: por la situación frágil de la economía, por la bronca social (que todavía no se expresa en luchas masivas), y porque lógicamente, no va a actuar de la misma manera en la cabeza de millones, si el escenario es Massa-Bullrich o Massa-Larreta”, explicó.

 

-¿Cuáles son los ejes de su campaña?

-Nuestros ejes tienen que ver con derechos y causas sociales muy básicas, que están cuestionado al modelo de Ciudad-Empresa consolidado por la derecha local en casi 20 años de gestión. ¿Cómo es posible que prácticamente no se pueda alquilar? ¿Por qué si hubo récord de metros cuadrados de construcción en los últimos 10 años, casi el 50 % de la población alquila y la oferta se reduce? La Ciudad está secuestrada por IRSA y otras corporaciones del capitalismo de amigos de la CABA. Lo público está cuestionado: la participación de la salud y la educación en CABA en la torta global del presupuesto cae año a año y crecen los subsidios directos e indirectos a lo privado. Un eje son los 20 mil trabajadores precarizados en hospitales, tercerizadas de escuelas y cuadrillas urbanas: hay que pasar que pasarlos planta, trabajo con derecho para esos miles. Otro eje es el salario de los municipales, del escalafón: en la ruina total por responsabilidad del pacto espurio SUTECBA-Genta y Amor con Larreta. No llegan a fin de mes, ni tienen obra social, ni nada. Otro eje es el espacio público, el corredor costero concesionado para negocios, lo queremos recuperar para parque público. Lo mismo los terrenos ferroviarios. Y claro: que los ricos, en la Ciudad, paguen. Triplicación de Ingresos Brutos para entidades bancarias y financieras. Y un ABL “Premium” calculado sobre facturación de ventas, a las empresas multinacionales con radicación en CABA. Estos son algunos ejes de la campaña.

-¿Qué temas legislativos pretende impulsar en caso de ser legisladora?

-Bueno, hay deudas sociales impostergables: el 1° de noviembre se cumplen 5 años de discriminación legalizada por las fuerzas mayoritarias a la enfermería profesional. Se cumplen 5 años de la aprobación de la ley 6.035 que regula las condiciones salariales, laborales y profesionales del personal de salud en la CABA, y se excluyó a la enfermería por el lobby de SUTECBA, Médicos Municipales y el gobierno de Larreta. Tienen que ser incluidas inmediatamente. Leandro Santoro, Martín Lousteau, ahora en campaña, dicen que están a favor del “reconocimiento”: los espero el 10 de diciembre, para que apoyen la iniciativa que presentamos con nuestra legisladora actual, Vanesa Gagliardi por enésima vez. Ley de alquiler social, es otra iniciativa. Otro tema es la derogación de la UNICABA y titularización masiva, como así también, construcción de jardines y escuelas en el sur de la Ciudad. También proponemos derogar el Código Urbanístico, construir 48 refugios (uno por barrio) para las víctimas de violencia de género. En fin, tenemos una batería de medidas, que hacen a nuestra coherencia con el reclamo social del que nos hacemos cargo cotidianamente.

-¿Por qué no hubo acuerdo en el FIT y se va a una interna?

-Porque se debaten dos proyectos en el FIT Unidad. El nuestro apuesta a fortalecer la unidad de la izquierda más allá de las elecciones, junto a los trabajadores, las mujeres, la juventud y que orgullosamente este implantado en los barrios populares. No alcanza con juntarse cada dos años cuando se vota y apostar al marketing electoral. Para el modelo de país que preparan Larreta, Bullrich o Massa, hace falta una izquierda protagonista, con democracia desde abajo para decidir todo con la militancia y los cientos de miles de simpatizantes de nuestra propuesta. Ese es el Frente de Izquierda que les duele a los dueños del poder.

-¿Cuáles son las expectativas electorales del FIT en la Ciudad?

-Yo estoy convencida que, hacia octubre, vamos a ampliar el bloque de representación en la Legislatura. Hay un piso consolidado para el Frente de Izquierda, y creemos que podemos renovarlo, ya que la fórmula que me toca encabezar para la Legislatura, con Vanina Biasi como precandidata a Jefa de Gobierno, expresa un equipo que se propone renovar el FIT Unidad en la Capital. Y creo que mucho desencantado del peronismo por llevar un un precandidato a Jefe de Gobierno radical, que además, apoya a Massa, hombre del FMI, puede votar a  nuestra coalición. Veremos. Pero soy optimista, por lo que recibimos en la incansable recorrida que hacemos por barrios, hospitales, CeSAC, escuelas, reclamos.

-¿Qué análisis hace de los 16 años de gobierno macrista en la ciudad de Buenos Aires?

-El eslogan de Larreta es “La transformación no para” intentando presentar la Ciudad como un ejemplo para el país, cuando todas las áreas que dependen directamente de su gestión son un fracaso completo. La transformación de la Ciudad es una transformación de negocios capitalistas, que mutilan el patrimonio, profundiza una geografía de la desigualdad entre el norte y el sur, legaliza la precarización laboral, bloquea el acceso a la vivienda y desplaza población. En lo que los urbanistas llaman gentrificación, pero como política pública. Un crimen. Un “inquilinicidio”. La patria contratista del capitalismo de amigos se beneficia de grandes negocios urbanos de obras de menor porte, como el Metrobús, bicisendas o el arreglo de veredas, pero se postergan las obras estratégicas, por ejemplo, la ampliación de la red de subtes.  Se privatizó lo público, se exime de cargas impositivas a grandes empresas y se carga sobre los sectores populares. En definitiva, la proclamada autonomía porteña no sirvió para democratizar ni para volver más social la Ciudad. Y un elemento de caracterización y balance, importante: la derecha no hizo todo esto sola. El llamado “progresismo” colaboró fuerte, primero votando cuando el macrismo no tenía mayoría propia en la Legislatura, y después dejando correr con la pasividad de los principales sindicatos de la Ciudad conducidos por el peronismo. Entre el progresismo y el radicalismo de Lousteau, le facilitaron la tarea a la derecha. Hay que tener memoria.

-¿Cómo ve la elección a nivel nacional? ¿Cree que se va a polarizar entre el candidato del peronismo y el de JxC?

-En realidad, más bien vemos que hay un esfuerzo que va a fracasar para polarizar de forma genuina la disputa político-electoral. Porque, para empezar, se viene expresando un fenómeno creciente de abstención y voto en blanco. Después tenés el espectro “Milei”, que tiene un núcleo duro más facho, pero después hay un componente de “voto bronca”, que en la confusión canaliza por ahí. Si a eso, le sumás, que posiblemente los candidatos “más votados” en las PASO no superen el 20 %, sobre un universo de votantes reducido por la caída en la participación, más bien veo que hay fragmentación y una sana crisis de representación en este nuevo bicoalicionismo construido después del 2001. La derecha con Macri hizo un desastre, pero la expectativa con Alberto y CFK, no tuvo respuesta. Por lo tanto, veo elecciones de “transición” con un sistema político muy endeble que va a chocar  con la gente, cuando quieran reforzar el ajuste y la represión.

-¿Qué opina del fenómeno Milei y de los buenos resultados que sacó en la Ciudad en las legislativas del 2021?

-Javier Milei tiene un aspecto de apalancamiento artificial y otro de base objetiva, que no es particular de nuestro país, sino típico de momentos de crisis de representación y que se está dando en otros lugares del mundo. Lo artificial está asociado a una sobrerrepresentación mediática después del 2021 por los medios hegemónicos de prensa, que lo utilizaron para correr la agenda a derecha. Después, el “monstruo” creció, lo vienen queriendo bajar los mismo que lo apalancaron, pero tiene un ancla en una base objetiva de bronca que capitaliza de forma confusa con su griterío “anti-casta” selectiva (ya que, a los banqueros y empresarios, los deja sin tocar). Hay un núcleo duro facho, que lo sigue, pero después tiene una adhesión volátil de voto bronca que busca un canal. Por izquierda nuestro rol, es desenmascarar todo lo que está mal en el sistema capitalista y en su régimen de democracia de banqueros y corporaciones.

¿Por qué cree que la izquierda es la mejor opción para la Ciudad?

-Nuestro Frente de Izquierda expresa una conquista, porque concentra a los principales partidos nacionales de la izquierda anticapitalista y socialista del país. Ese punto es un patrimonio. A la vez, necesitamos hacia octubre una izquierda que no se domestique, que aspire a crecer actuando más allá de lo electoral, que sea representación de los barrios populares, y que no se adapte al sentido común mayoritario, que muchas veces nos pone a remar a contracorriente: hay que animarse a ser irreverentes, radicalizar nuestras posiciones y que no sean los impresentables de los liberfachos los que ocupen un espacio que es nuestro por coherencia histórica. Para el país al que vamos, hay que fortalecer políticamente a esta izquierda, es central como mensaje a los poderosos, y a la vez, para ganar presencia política. En nuestro caso, además nos preocupa crecer orgánicamente, con implantación militante en los sindicatos, en el movimiento social, en la intelectualidad crítica y hacer del FIT-U un movimiento político que organice el activismo que nos vota, pero que no se siente interpelado para militar más allá del calendario electoral. Obviamente, en nuestro caso, ingresar a la Legislatura porteña que funciona como una “escribanía”, tan chata por responsabilidad de los bloques mayoritarios, sería importante. En mi caso, represento una tradición de diputados que han dejado huella: Vilma Ripoll en su momento, Alejandro Bodart también. Un orgullo de coherencia e intransigencia con la casta entera.

-¿Cómo se imagina la campaña para después de las PASO?

-Hay un horizonte de incertidumbre para octubre: por la situación frágil de la economía, por la bronca social (que todavía no se expresa en luchas masivas), y porque lógicamente, no va a actuar de la misma manera en la cabeza de millones, si el escenario es Massa-Bullrich o Massa-Larreta. Nosotros vamos a ir de forma unificada, todo el FIT a disputar el voto y la adhesión de una franja que oscila entre nosotros y el kirchnerismo, vamos a interpelar también al votante de Juan Grabois que no creemos que tras las PASO vote en su totalidad a Massa. Por lo tanto, vemos más crecimiento para el FIT, ampliación de nuestra representación parlamentaria en la Legislatura de CABA y más vitalidad para disputar adhesión en el movimiento obrero y los sectores populares.

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