El candidato a jefe de Gobierno de Juntos por el Cambio (JxC), Jorge Macri, analiza nombres con su equipo de campaña y avanza en negociaciones políticas al interior de la coalición para elegir a su compañero de fórmula de cara a las elecciones del 22 de octubre.
Es una decisión compleja para el candidato del Pro. Porque no se trata de una elección que se base sólo en criterios de “oportunidad, mérito y conveniencia”, sino más bien de intereses y cálculos políticos.
Jorge Macri reconoce que su vicejefe de Gobierno asumirá un mandato fijo de cuatro años y tendrá una labor central para la gobernabilidad de su eventual administración: presidir la Legislatura porteña. Por lo tanto, resulta clave seleccionar a un dirigente político con el que pueda tener sinergia política y que le responda. En caso contrario, la consecuencia puede complicar la toma de decisiones.
El candidato a jefe de Gobierno de Juntos por el Cambio (JxC) viene de ganarle de interna a Martín Lousteau. La campaña fue muy ardua entre ambos dirigentes y la relación quedó resentida. No será sencillo recomponer del todo los lazos políticos entre el Pro y el radicalismo. Aunque desde el partido amarillo admiten que deben tender los puentes necesarios para ganar la elección en octubre.
El actual ministro de Gobierno porteño mantendrá negociaciones políticas esta semana con todos los sectores del Pro. Tiene previsto avanzar en diálogos con Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y el propio Mauricio Macri, mentor principal de su candidatura. Priorizará la voz de los referentes de su partido para tomar la decisión sobre su compañero de fórmula.
Danza de nombres
Desde el larretismo insisten en que participarán en la discusión por la integración de la fórmula porteña, así como de los equipos de campaña y, eventualmente, del gobierno, pero primará la voluntad política de Jorge Macri. En el macrismo molestó la actitud del jefe de Gobierno durante la campaña, al mostrar señales de acercamiento y equilibrio político con Lousteau.
En este esquema, Jorge Macri evalúa una serie de posibles dirigentes que puedan ocupar el lugar de candidato a vicejefe de Gobierno. En el larretismo tienen buen vínculo con Soledad Acuña, la ministra de Educación de la Ciudad que estuvo lanzada como precandidata a jefa de Gobierno hasta mayo. Ambos son dirigentes históricos del Pro, los dos tienen excelente relación con Mauricio Macri y han mantenido conversaciones políticas a lo largo de la campaña. De todos modos, aún no hay nada definido. Si fuese un nombre del Pro puro, la funcionaria esa una opción muy posible.
Luego, también entran en la competencia un par de nombres del liberalismo. Por un lado, Roberto García Moritán. El legislador de Republicanos Unidos bajó su precandidatura a Jefe de Gobierno pocos días antes de las PASO y se sumó a la campaña de Jorge Macri.
El macrismo y el equipo de García Moritán acordaron una integración política que no sólo implique cargos, sino también que se incorpore la mirada liberal y los objetivos de gestión y políticos que sostiene el legislador de Republicanos Unidos. Se conversó sobre la posibilidad de que el economista integre un lugar en el eventual gabinete de Jorge Macri y que dirigentes de su espacio ocupen un rol político relevante en la Legislatura. Las negociaciones están abiertas y no hay nada definido.
Del ala liberal también suena Ricardo López Murphy, quien depuso su precandidatura a Jefe de Gobierno para sumarse al equipo de campaña presidencial de Bullrich. Tampoco hay nada definido, aunque no se descarta como opción. El Bulldog tuvo conversaciones con el bullrichismo sobre la posibilidad de ocupar un rol en un eventual gobierno de la exministra de Seguridad. El economista ve con buenos ojos la Cancillería.
Al comando de Jorge Macri también les llegó el nombre de Mariela Coletta, que en 2021 se convirtió en la primera mujer en presidir el comité porteño de la UCR.
