En medio de la agitación política que caracterizó la carrera hacia las próximas elecciones, las declaraciones del precandidato presidencial de La Libertad Avanza Javier Milei han desatado una polémica en torno al futuro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el principal centros de investigación del país. Milei planteó recientemente su intención de privatizar el Conicet en caso de ganar las elecciones, lo que ha generado reacciones diversas tanto en el ámbito político como en el científico.
En respuesta a sus declaraciones, el ex ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, en diálogo con Noticias Urbanas, calificó los dichos de Milei como “desafortunados” y carentes de conocimiento sobre las tendencias económicas mundiales. Barañao destacó la importancia del conocimiento en la economía actual y explicó que numerosos países han logrado un desarrollo equilibrado al basar su economía en la inversión en ciencia y tecnología. En este contexto, consideró contradictorio el planteamiento de privatizar el Conicet, ya que sería desarmar una fuente vital de investigación en el país.
El ex ministro Barañao también resaltó la necesidad de “otorgar mayor visibilidad al trabajo del Conicet”, y remarcó que, a pesar de los avances en la investigación, existe una “falta de conciencia pública sobre la amplia gama de proyectos que se desarrollan en la institución”.
“Desde el papel de los investigadores en la comprensión de enfermedades virales hasta el desarrollo de tecnologías de punta en sectores como la exploración de petróleo y la producción de litio, el Conicet está involucrado en una variedad de áreas de relevancia nacional”, destacó.
En línea con esta idea, Barañao argumentó que parte del desafío radica en “comunicar de manera más efectiva los logros y las aplicaciones prácticas de la investigación científica”. Enfatizó además que “la inversión en ciencia y tecnología no debe verse como un gasto, sino como una inversión necesaria para el desarrollo sostenible del país”.
De esta forma, tomó las declaraciones de Milei como punto de partida y sugirió que este debate puede ser una oportunidad para destacar el valor real de la ciencia y la tecnología en la sociedad. No obstante, Barañao también admitió que hay aspectos pendientes en “la relación entre el sector privado y la investigación científica”.
“Hay necesidad de una mayor inversión por parte de las empresas en áreas de ciencia y tecnología, ya que estas inversiones a menudo generan resultados a largo plazo, que luego pueden transformarse en innovaciones valiosas”, indicó.
Además, destacó que el auge de empresas tecnológicas fundadas por investigadores del Conicet ya está contribuyendo a la creación de empleo y al cambio en la matriz productiva del país.
Finalmente, observó que las declaraciones de Milei han logrado su cometido en términos de generar debate y atención pública. Aunque las opiniones son divergentes, es innegable que el futuro del Conicet y la inversión en ciencia y tecnología han sido puestos en el centro de la atención política y ciudadana, en un momento crucial para el país.
Entre los riesgos que distintos referentes manifestaron, se encuentra un posible éxodo de científicos. Cabe recordar que el papel del Conicet durante la pandemia fue clave a la hora de dar respuestas a una sociedad que estaba desorientada y desconcertada ante la información que le era suministrada desde los medios digitales y que, en la mayoría de los casos, era falsa y sin fundamentos.
Los científicos argentinos ganaron desde hace muchos años un papel de relevancia al trabajar en investigaciones sobre problemáticas de la región, como el virus del Dengue, además de la fabricación de tecnología para el cuidado y la protección. Uno de los casos más recordados, fue el de los barbijos que diseñaron, que resultaron claves para evitar la propagación del virus durante la pandemia.
Es importante también, tal como destacó Barañao, que el Conicet cuente con una red de información que ponga de manifiesto el trabajo diario que realizan miles de científicos argentinos en las instalaciones de mayor y mejor tecnología del país y los aportes cotidianos que favorecen a la sociedad.