El Fondo Monetario Internacional reveló en un extenso documento su staff report -la letra chica del acuerdo- de la quinta y sexta revisión del Programa de Facilidades Extendidas (EFF, según las sigas en inglés) con la Argentina, donde se refiere al plan económico argentino como “un programa que descarriló, una economía cada vez más frágil y la necesidad de ajustar el gasto en elecciones para poder cumplir las metas”. Allí aparecen, además de un duro diagnóstico, las condiciones que se comprometió a cumplir el Gobierno pare recibir un desembolso de US$7500 millones, un monto que fue girado esta semana.
En un proceso que el propio FMI describió que será de “una aceleración de los esfuerzos de consolidación fiscal”, el déficit primario propuesto en el programa es de $3,2 billones (era de $2,9 billones) a fin de año. Sigue siendo de 1,9% del PBI, indicó el Fondo. Las metas de reservas netas pasan de US$10.277 millones a US$3577 millones (es acumulación de US$1300 millones -antes era US$8000 millones- sobre el nivel de diciembre de 2021, que era de US$2277 millones). La emisión será de $1,29 billones (era de $0,88 billones). Se permite intervención en dólar futuro por US$8000 millones.
El más crudo de los pedidos del FMI al Gobierno es el de un ajuste del gasto de 11% entre agosto y diciembre de este año, en medio un proceso electoral, cuya dinámica -alertó el organismo- complicó al Gobierno y “agregó incertidumbre”. Para eso, dijo que es preciso aumentar las tarifas de los segmentos medios y bajos tras la devaluación para actualizar los costos de generación, y contener los aumentos de jubilaciones y los salarios de los empleados públicos.
Por otra parte, el Fondo autorizó la intervención sobre el dólar financiero, pero pidió que sea “muy limitada”, y reclamó no atrasar el tipo de cambio oficial. Dijo que se precisa una tasa de interés real positiva para reconstruir la alicaída demanda de pesos y para contener la inflación. El FMI además proyectó que la llamada “bola de Leliqs” representará a fin de año un histórico 15% del PBI.
“Desde la finalización del cuarto examen, la situación económica de la Argentina se ha vuelto cada vez más frágil, con episodios de mayor volatilidad del mercado, y más recientemente, con incertidumbres políticas”, comenzó el análisis.
“Si bien la sequía histórica resultó en pérdidas mayores a las esperadas en la producción agrícola, las exportaciones y los ingresos fiscales, la actividad no agrícola ha mostrado resiliencia, lo que refleja una demanda interna sólida, en parte gracias al resultado de desvíos en las políticas. La inflación y las presiones externas se han intensificado, con reservas cayendo a niveles peligrosamente bajos debido a la sequía y a una política de ajuste insuficiente. Los desvíos de políticas se reflejan en parte en limitaciones políticas y electorales”, agregaron y citaron los resultados de las PASO.
“El programa se ha descarrilado, reflejando la sequía histórica junto con desvíos y retrasos en las políticas. Los criterios de desempeño de fines de junio para la acumulación neta de reservas internacionales, el equilibrio fiscal primario y la financiación del déficit fiscal se incumplieron por amplios márgenes”, cuestionaron. “En términos más generales, los objetivos clave del programa (bajar la inflación y reconstruir reservas) siguen siendo difíciles de alcanzar, ya que los desequilibrios han aumentado en el contexto de shocks externos y una débil implementación de políticas”, dijeron.
El exdirector para el Hemisferio Occidental del FMI y un hombre conocedor del lenguaje de los staff report, Claudio Loser, indicó: “El documento es duro, si se considera que hay críticas a la gestión del Gobierno y sobre los peligros que surgen para los próximos meses. Pero esa dureza, que no es lo habitual en una revisión considerada exitosa, refleja el hecho de que las autoridades no cumplieron con lo pactado en términos del resultado fiscal y monetario, y acciones como mínimo débiles o contradictorias con el plan cambiario (aunque difuso) de hace pocos meses”.
Sin embargo, Loser apunta que “lo más importante es que aprobaron el programa, y que los técnicos explican muy claramente los riesgos en los próximos meses para que no haya sorpresas a fin de año. De cierta manera se protegen de posibles acciones equívocas de las autoridades, como por ejemplo los aumentos de sueldo y jubilaciones anunciadas por Massa”.
El experto en deuda soberana del Council on Foreign Relations, Brad Setser, tuiteó que “el último staff report sobre Argentina debería ser considerado como un modelo. Análisis claro, afilado, sin edulcorantes y muy centrado en el tipo de cambio, la intervención, el balance del BCRA y la balanza de pagos”.
El FMI, que habla a través de los comunicados y su reporte, no ha hecho comentarios sobre los recientes anuncios del ministro de Economía, Sergio Massa, que incluyen aumento a las jubilaciones y las sumas fijas a los empleados públicos y privados.
Quibbles about the debt sustainability analysis though are minor —
This was one of the more impressive staff reports I have read. It should be a model for the IMF more broadly.
— Brad Setser (@Brad_Setser) August 27, 2023
Nada escrito sobre el dólar
Un dato llamativo es que en el reporte no hay ningún acuerdo escrito para mantener el tipo de cambio fijo hasta noviembre, a pesar de que desde Economía habían dejado trascender que el dólar oficial, después de la devaluación, quedaría plantado en $ 350 hasta entonces. El staff report señala, en cambio, que hay que avanzar con el “crawling peg” o devaluación gradual para mantener la competitividad.
Tampoco hay detalles sobre las bandas cambiarias para poder intervenir y frenar el dólar que anunció Massa en su conferencia de prensa en Washington, pero el Fondo busca que las intervenciones sean de carácter limitado, temporal y solo cuando los mercados se tornan desordenados. El staff report enfatiza que cada acción debe ir de la mano de “la consistencia con las metas de acumulación de reservas”