Este viernes a última hora, el Gobierno envió el Presupuesto 2024 al Congreso de la Nación. Tras la polémica que se conoció tras el pedido que le realizó el candidato a presidente libertario Javier Milei al ministro de Economía Sergio Massa de mandar el proyecto luego de las elecciones generales – algo que no se puede por la Ley de Administración Financiera – la llamada “ley de leyes” ingresó al Poder Legislativo para su tratamiento.
Asimismo, la agenda económica pasó a ser el centro de la escena en el Congreso de la Nación que mañana intentará aprobar en el recinto de la Cámara de Diputados la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, entre otros temas. El oficialismo logró retomar la centralidad política y aceleró en el envío de proyectos en medio de la campaña.
¿Cuáles son los principales lineamiento de la Ley de Presupuesto?
Entre los puntos centrales del Presupuesto 2024 se prevé una inflación del 70% y un dólar oficial a $600. En tanto, se estipula un crecimiento de la actividad económica del 2,7% y un desequilibrio primario de alrededor del 1,9% del Producto Interno Bruto (PIB). A su vez, en el proyecto se intenta cumplir con las metas del FMI y se estima un déficit fiscal primario del 0,9%.
Algunos datos que encienden las alertas rojas son que en el Presupuesto se analiza que para este año la inflación habrá llegado al 135,7% y la economía sufrirá una caída del 2,5%.
Mediante una nota enviada por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) al Congreso de la Nación se explica que “el Presupuesto que se presenta propende a la estabilidad macroeconómica, a la recomposición del poder adquisitivo de los ingresos y al fortalecimiento del mercado interno”.
Además, se adelante que “se prevé la recuperación de todos los componentes de la demanda agregada, en particular, el consumo y la inversión, manteniendo un sendero de crecimiento en 2025-2026″. Luego, el Gobierno Nacional advierte que “la acumulación de reservas es una condición necesaria para el fortalecimiento de los instrumentos tendiente a reducir la inflación, al que debe alinearse el conjunto de la política macroeconómica”.
Sin embargo, las negociaciones aún no comenzaron y el tratamiento de la ley será ardua y llevará tiempo. Habrá que ver si el oficialismo conseguirá los votos suficientes para su aprobación, ya que será la hoja de ruta para quien asuma la Presidencia a partir del 10 de diciembre.
En medio de las críticas hacia el FdT por los altos niveles de inflación y la pérdida del poder adquisitivo, Massa intenta – a través de una batería de medidas económicas – palear el impacto que tuvo la devaluación del peso y las metas fiscales que le exige el FMI.
