Hace unos días, puntualmente el 18 de septiembre, se cumplió el 17° aniversario de la desaparición de Jorge Julio López, el hombre de 76 años que presentó un duro y contundente testimonio sobre su secuestro durante la última dictadura militar y que, además, dejó al genocida Miguel Etchecolatz preso hasta su muerte. Hasta hoy no se conoce su paradero.
La fecha coincide con el debate, nuevamente instalado en los medios, con la aparición de voces que cuestionan las políticas de derechos humanos y la reivindican a la Dictadura. Puntualmente, la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villaruel es la principal vocera de los genocidas. Envalentonada con el resultado de las PASO, convocó a un acto en la Legislatura porteña el cinco de septiembre pasado, que con la excusa de reivindicar a las víctimas de la guerrilla, abrió el grifo para que se discuta nuevamente la teoría de que hubo una guerra y, en ella, “dos demonios”.
El acto conmemorativo del terrorismo de Estado fue, desde hace muchos años, el punto más alto en la manifestación sobre la reivindicación a la etapa más oscura de la historia argentina, hecho que encendió las alarmas en los organismos de derechos humanos y en las agrupaciones que al día de hoy buscan memoria, verdad y justicia.
Quien manifestó su total repudio a la reactivación del debate fue Rubén López, uno de los hijos de Julio, que incansablemente y a lo largo de todos estos años pide justicia por la segunda desaparición de su padre, esta vez en democracia. En diálogo con Noticias Urbanas, habló sobre la causa de la búsqueda de su padre y su opinión sobre el panorama político actual y la posible presidencia de Javier Milei, acompañado por Villarroel.
“Novedades no hay, solicitamos un informe, pero ahora estamos preparando un escrito para la fiscalía con el fin de obtener una respuesta formal sobre el progreso de la investigación”, detalló sobre la búsqueda de su padre y lamentó que “pasaron dos años desde que hablamos por última vez con el fiscal, quien nos proporcionó una visión de sus planes y aún estamos esperando respuestas concretas”.
Asimismo, aclaró que “si se hubiera avanzado en la investigación o se hubieran descubierto nuevos elementos, ya nos lo habrían comunicado. Sin embargo, todo parece estar en un estado potencial”.
En cuanto al momento político actual, explicó que tiene “una preocupación que aqueja por una discusión que se consideraba cerrada y está siendo revisada, el Nunca Más tiene que ser Nunca Más”, y agregó que siempre hace la salvedad de que “sin Julio, no hay un Nunca Más total”.
“Incluso Patricia Bullrich planteó una especie de amnistía, que trata de conciliarse un poco con esta causa para arrastrar votos, viendo que estaría perdiendo y no entraría en un balotaje”, destacó Omar y subrayó que “preocupan estos dos personajes, que pueden llegar a tener la posibilidad de Gobernar y todo indica que tienen algún vínculo con la dictadura. Preocupa el grado de perversión con algo que ya estaba terminado”.
En cuanto a Villaroel, señaló que “intentó defender la crueldad que usaron estos dictadores, porque cuando ella en un momento dijo que ‘el presidente Videla cometió algunos excesos’, convengamos que Videla irrumpió en la Constitución, que se apropió del Estado, proclamándose de algo que nadie le había pedido”, y aseveró sobre la complicidad civil que “muchos fueron a golpear la puerta de los cuarteles, y son aquellos que hoy siguen siendo juzgados y son la pata civil de la dictadura”.
En tanto, recordó, Mauricio Macri dijo, en instancias de asumir como presidente, que “iba a sacar lo malo y dejar lo bueno, pero jamás se supo qué era lo que para él estaba bien o mal, solamente trajo todo para atrás, para el común de la gente”.
López criticó que durante su presidencia “sólo a pocos sectores no les tocó sus privilegios, pero esta gente –La Libertad Avanza – dice lo que va a hacer. Es evidente que con ese pensamiento pro genocida, porque lo es, serían capaces, inclusive con alguna parte del Poder Judicial, de lograr que los juicios que faltan resolver no se lleven adelante”.
“Lo que se vio muchas veces es que la mano ejecutora de la desaparición de personas fueron las fuerzas armadas y la policía, pero eso lo propiciaron civiles. Como el empresario Blaquier, que se murió impune gracias que la Corte Suprema cajoneó la causa”, lamentó.
Finalmente, López consideró que puede “imaginar que Villarroel y Milei harían lo mismo, ya que ellos nunca denominan como ‘casta’ al Poder Judicial, porque la casta para ellos son los políticos, pero del Poder Judicial no dicen nada. Villarruel me preocupa por lo que puede hacer con estos actores, como frenar el juicio a muchos civiles”.