La candidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bulrrich y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, mantuvieron un encuentro reservado en el departamento de la exministra de Seguridad para delinear la campaña. Dialogaron por una hora sin testigos. Coincidieron en que es primordial que Juntos por el Cambio (JxC) logre ganar esta reñida elección, también hablaron del temor de un quiebre del frente si se pierden los comicios y el jefe de Gobierno se comprometió a hacer campaña con ella.
En ese marco, el martes estará en Lanús y Lomas de Zamora a bordo de la camioneta bullrichista. La intimidad de la charla, los temores compartidos y los ejes que vienen para Juntos por el Cambio. El “operativo contención”, las provincias en la mira y qué están viendo sobre los votos de Milei y Massa en el comando de la exministra de Seguridad.
Tras las PASO, a pesar de una foto conjunta 72 horas después y diversas declaraciones en público y en privado de Larreta en apoyo a la exministra de Seguridad, muchos dirigentes venían preguntándole a Bullrich sobre el rol del jefe de Gobierno. Ante eso, la candidata respondía que venían hablando. Faltaba un paso más. Y se dará esta semana con una foto electoral.
“Todos a la Patoneta” es lo que más se escucha en el segundo piso del búnker de la calle Hipólito Irigoyen, frente a Plaza de Mayo. Otros dos casos emblemáticos: se subieron a la camioneta Sebastián Abella, el intendente de Campana que arrasó en su distrito y siempre fue fiel a Larreta, y Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, quien trabajó con el jefe de Gobierno. Antes ya había estado recorriendo el “Colorado” Diego Santilli, el primero en ponerse a disposición de Bullrich en la Provincia.
Bullrich siente que se termina la etapa de ordenamiento de Juntos por el Cambio (JxC) bajo su figura. Un trabajo político que incluyó hasta a Mauricio Macri, quien esta semana volvió a reiterar que sus fichas juegan sobre ella.
Para llevar adelante la tarea, cuenta con la ayuda del coordinador de la campaña nacional, el exviceministro del Interior, Sebastián García de Luca, más el armador Damián Arabia y el jefe de campaña, Juan Pablo Arenaza, se tomó más de un mes para ir intentando recoger todas las facciones desperdigadas después de una dura interna nacional.
Ahora vienen 30 días a todo o nada, pueblo por pueblo. La lucha, confiesan, es por entrar al ballottage y dejar al kirchnerismo con Sergio Massa a la cabeza en el tercer lugar. También observan que Milei no siguió creciendo y se muestra estancado en 32-33 puntos, suficientes para la segunda vuelta pero lejos de ganar en octubre. Por ello todos los cañones estarán puestos en “derrotar para siempre al kirchnerismo”.
Esa será la consigna central para el 22 de octubre: dejar el oficialismo atrás, tercero, y que pueda finalmente salir de la escena política en la próxima etapa del país.
La nueva estrategia de Bullrich es no apuntarle directamente a Milei, pero asociarlo con un estilo intolerante y poco realista, y dejar en evidencia sus contradicciones. En una charla con los empresarios del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), en el hotel Sheraton, expresó: “Estamos para cambiar la Argentina, pero no somos aventureros, somos personas que tienen los pies en la tierra”. Y continuó: “Si queremos un cambio de verdad, la opción es tener en claro que la construcción de la Argentina no es destruyéndola, sino que es construyendo sobre lo que tenemos”.