La Ley de Alquileres se convirtió en el principal tema que dividió las aguas entre el oficialismo y la oposición. Las vueltas que generó la iniciativa llevaron a que pasara de Diputados al Senado para, luego, regresar a la Cámara baja, ya que se le realizaron cambios.
Cabe destacar que las negociaciones no terminaron de saldar las distancias entre los diferentes proyectos. Tanto es así que en Diputados la batalla fue ganada por JxC, mientras que, en el Senado, el triunfo se lo llevó el FdT, debido a que negoció con el Bloque Unidad Federal para conseguir los votos, que no pudo en la cámara de origen.
Asimismo, el proyecto fue aprobado por 37 votos afirmativos y 29 negativos. Algunos de los cambios que le realizaron a la iniciativa fueron: contratos por tres años, aumentos cada seis meses en relación al salario y la prohibición de los alquileres en dólares.
En tanto, este miércoles, el plenario de las comisiones de Legislación General y Presupuesto y Hacienda de Diputados – que presiden Lucas Godoy (FdT) y Carlos Heller (FdT) – avaló las modificaciones que provenían del Senado y emitieron dos dictámenes: el de mayoría obtuvo 41 firmas y el de minoría 37.
Allí el oficialismo logró ganar una nueva batalla frente a JxC, que adelantó que insistirá con el proyecto que se aprobó en la Cámara baja, en el cual se plantean dos años de contrato, aumentos cada cuatro meses y que los aumentos sean acordados entre las partes implicadas.
Aunque reunión entre los diputados nacionales estuvo cargada de cruces y chicanas. El oficialista Eduardo Toniolli cruzó a JxC e irinizó: “Parece escrita por el señor Barriga” (haciendo mención al personaje del Chavo del 8). Luego, la diputada radical Karina Banfi le respondió al santafesino cuando aseguró que era “pedorra” la oposición que tiene el Gobierno: “Más pedorro será el diputado que acaba de hablar, si vamos a legitimar estos términos, los vamos a usar”.
Por su parte, Pablo Tonelli (Pro) afirmó que lo que se avaló en el Senado “ya está probado que no ha dado buenos resultados”. Y defendió la iniciativa que se aprobó en Diputados: “El plazo mínimo sea de dos años, que los ajustes puedan hacerse a partir de los cuatro meses, con la periodicidad convengan las partes, y que tengan la libertad de elegir entre varios de los índices o fórmulas que hemos propuesta en esa ley”.
Ahora la pulseada política pasará al recinto la próxima semana, en donde se espera que haya una sesión para lograr – finalmente – la sanción del proyecto. El gran desafío del oficialismo será conseguir los 129 diputados para llegar al quórum y así poder abrir el debate.