Toni Negri en la Legislatura

Toni Negri en la Legislatura

El filósofo italiano Toni Negri mantuvo una charla con más de un centenar dirigentes y militantes políticos en el Salón Eva Perón de la Legislatura porteña. Algunos tuvieron la oportunidad de formularle comentarios y preguntas en forma directa. La reunión fue organizada por el legislador Carlos Campolongo (Fuerza Porteña) que lo presentó y fue el encargado de coordinar el evento


Más de un centenar de dirigentes y militantes políticos tuvo la oportunidad de presenciar una charla que el filósofo italiano Toni Negri brindó en la Legislatura de la Ciudad. El encuentro, organizado por el diputado Carlos Campolongo (Fuerza Porteña), se realizó el miércoles pasado en el Salón Eva Perón.

La conversación giró en torno al eje Soberanía y Estado, uno de los temas que Negri aborda en el libro que lo proyectó -al menos en nuestro país- a una notoriedad por cierto discutida. El pensador, como se sabe, estuvo varios años en el exilio y luego preso por su activismo de izquierda ligado a las Brigadas Rojas italianas que secuestraron y mataron al dirigente demócrata cristiano Aldo Moro en 1978.

En la introducción de la charla, Negri se refirió a que la soberanía ya no puede pensarse en los términos clásicos que se acuñaron dentro de la noción de Estado Nación del romanticismo y, también, del modo de producción fordista. Según afirmó, la prueba está en las dificultades que los Estados encuentran para dominar su moneda local; en que la defensa ya no puede concebirse en los términos tradicionales y los intercambios comerciales tienen nuevas características, entre otras cuestiones. Aunque aclaró que eso no quiere decir que el Estado Nación haya desaparecido completamente.

Al mismo tiempo, estos cambios vienen a inscribirse en su tesis central sobre la existencia del Imperio como una figura diferente al concepto de imperialismo, teorizado este último por gran parte del marxismo como la fase superior del capitalismo.

Negri sostiene que el Imperio es un concepto estructural que no niega que Estados Unidos de América pueda jugar un papel determinante, pero argumenta que la unilateralidad de su decisión de la "guerra preventiva" es la mejor prueba de que no existe un centro. "No hay una Roma en este imperio", sostiene. El filósofo expuso como ejemplos de su argumento la negativa de parte de Europa a acompañar a Estados Unidos en la guerra contra Irak y las disposiciones al respecto de las Naciones Unidas.

Sus tesis sobre las nuevas configuraciones sociales dentro de la estructura del imperio otorgan gran importancia a la "multitud". "La multitud -sostiene- es la que define al nuevo sujeto colectivo".

En su encuentro en la Legislatura discurrió sobre el tema contraponiéndolo a la expresión "pueblo". Porque esta última es tributaria, según Negri, de la visión romántica del Estado Nación, el modo fordista de producción y la arquitectura del Estado keynesiano. En cambio, la "multitud" es una fuerza que surge "de abajo" y que se integra con "singularidades", que es una cuestión distinta a la "individualidad". Algunos de sus críticos ven en esta explicación rasgos de posmodernismo. En cambio, otros pensadores como Deleuze o Zizek califican a Imperio como un libro magnífico o lo comparan con El Manifiesto de Marx en clave contemporánea.

Consultado por NOTICIAS URBANAS, Campolongo se mostró satisfecho con el resultado del encuentro. "Mi deseo fue contribuir, en una casa política, a jerarquizar el debate con un pensador profundo que tiene la sinceridad de reconocer que no tiene respuestas para ciertos problemas de la actualidad como la crisis de representación política. Su pensamiento es profundo y su mayor virtud es que ensaya ese pensamiento político por fuera de las categorías tradicionales de análisis. Uno podrá estar de acuerdo o no con sus posturas, pero en conjunto se escucharon cosas novedosas que abren un amplio espacio para repensar la política", afirmó el legislador.

Negri es la primera vez que visita la Argentina, si bien había mantenido alguna teleconferencia en la que se abordó "el quilombo (sic) argentino" luego de la crisis de diciembre de 2001. En realidad, su visita estaba programada para Brasil, pero decidió pasar tres días en nuestro país. Durante su estancia, visitó Grisinópolis -una de las empresas recuperadas por los trabajadores-, disertó públicamente en el colegio Nacional de Buenos Aires y mantuvo una reunión con algunos ministros, secretarios y subsecretarios del Gobierno Nacional.

Asimismo, asistió a un almuerzo que le ofreció el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra. En ese encuentro se tocaron temas internacionales y nacionales. El italiano aprovechó la oportunidad para manifestar que el espacio Municipio – Ciudad constituía la matriz privilegiada para el desarrollo de sus conceptos.

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