El próximo 22 de octubre Argentina pone en juego no solo que proyecto de país va a optar, sino que modelo de sociedad va a construir.
Si continuamos, con todos sus defectos, la construcción en paz social de un país que se encuentra en pleno desarrollo de sus potenciales genuinos, teniendo en claro que esta es una tarea incansable y que exige el compromiso de todos.
La otra opción parece ser lo inesperado, el autoritarismo, queriendo ser lo nuevo pero que ya conocido, que por momentos nos lleva a los momentos más oscuros de nuestra historia, la propuesta permanente de la rebeldía sin sentido, rozando los límites de la democracia parece haber calado en su sector de nuestra sociedad.
Este cambio nos genera preguntas y fuertes cuestionamientos, hoy la sociedad argentina está preparada para convivir con las propuestas de la libre venta de armas, la venta de órganos, estaremos preparados para que el estado en toda su dimensión deje de pasar por nuestra sociedad, ello significa adopción de niños y niñas, educación, salud y transporte entre otros temas importantes de nuestras vidas, dejar todo librado al mercado sera la solución.
En estos tiempos, donde en algunos lugares del mundo gana la violencia, nuestro país y América Latina, necesita imperiosamente el diálogo y la escucha permanente que deberán convertirse en instrumentos de justicia social y paz, fortaleciendo la amistad social y la fraternidad política.
Estamos en el año que se cumplen 40 años de la recuperación de la democracia, en aquellos años se soñaba con un ideal democrático con valores populares, de una sociedad que valoraba la solidaridad y la fraternidad.
Soñábamos con construir una sociedad que garantizará la igualdad, el desarrollo económico, la integración de la nación dando la bienvenida a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que quieran trabajar y habitar nuestro suelo.
Sin embargo, las pujas personales y políticas abrieron la posibilidad de una crisis de representatividad que abrieron espacios para sectores que nos proponen ideas al límite del sistema democrático.
La democracia debe identificarse con la expresión de los intereses de las mayorías, del bien común, siempre incluyendo, para dejar de ser condicionada por poderes minoritarios o corporativos, donde prevalece el individualismo y la especulación.
Debido a esta crisis de representativa y al surgimiento de expresiones que sus propuestas y acciones están al límite de la democracia o de la anarquía ponen en riesgo y amenazan la idea y los sueños de una Nación donde podamos desarrollar una vida en comunidad, donde primen los proyectos colectivos sobre el individualismo, que afiance los valores históricos de nuestra sociedad, de la igualdad, del trabajo, de la inclusión, de la justicia social y de la equidad territorial para realizar juntos un proyecto en común.
Este domingo debemos concurrir a votar en paz, sin bronca ni rencores pensando lo que está juego, la sociedad que queremos construir para nosotros y para nuestros hijos, de esa manera será una contribución para afianzar nuestra democracia, hoy están en peligro los consensos conseguidos por el sistema democrático y esto tenemos que defender y cuidar, una democracia que asegure condiciones para el bienestar de nuestro pueblo, que superemos la fragmentación, con sensibilidad social, que garantice igualdad de oportunidades, con independencia económica.
Es necesario e imprescindible la generación de espacios de diálogo y encuentro que hagan posible un acuerdo de unidad nacional, político, social y de políticas de estado que perduren en el tiempo.
El voto expresa la voluntad popular y exige al candidato que triunfe en la elección, disponerse a resolver los graves problemas que enfrentamos, con la cooperación y ayuda de todos los demás, bajo el principio de que nadie se salva solo.
Es importante que la acción política recupere su carácter de ser una de las formas más preciosas de la caridad cómo nos dice el Papa Francisco, porque busca el bien común. Debemos tener en claro que no existen salvadores, magos, reyes ni encantadores que con recetas mágicas podrán solucionar nuestros problemas actuales.
La acción política debe promover el cuidado de la vida, la dignidad humana, el trabajo digno para todas las personas y la eliminación del hambre, la exclusión y el cuidado de la casa común. No hay verdadera libertad sin fraternidad política, justicia social y paz social.
Con el argumento de un supuesto estado bobo, ineficiente, que nunca pueden demostrar en su totalidad, esto sin dejar de decir que un estado tiene que ser moderno, eficaz en su inversion y austero en sus gastos quieren eliminarlo de nuestras vidas como si esa fuera la solución a todos nuestros problemas.
Quizá hoy la verdadera rebeldía sera ir a vota pensando en defender los derechos conseguidos y los consensos históricos que la política supo conseguir y resguardar hasta el momento defendamos nuestras ideas y principios sin agravios ni descalificaciones, construyamos la Argentina del futuro.
Titular del Estado en tu Barrio
Jefatura de Gabinete
Dirigente del NEP y UxP CABA