De cara a las elecciones generales que se realizarán este domingo y que finalizarán una carrera electoral que tuvo condimentos económicos -sobre todo- de alto impacto en el país, los ciudadanos esperan que se conozca de una vez quién será el que ejercerá la presidencia los próximos cuatro años o que, al menos, se sepa quiénes serán los dos candidatos que se enfrentarán en un hipotético ballotage, que se dimitirá en un mes.
En las últimas semanas, y tras conocerse luego de las PASO que el candidato más votado fue el libertario Javier Milei, la economía argentina pasó por varias turbulencias que desembocaron en un aumento del precio del dólar y en una aceleración de la inflación, entre otros síntomas. De hecho, en la semana más álgida, el Banco Central, dirigido por Miguel Pesce, tuvo que desprenderse de U$S220 millones y esa cuenta sigue aumentando.
Al respecto, Noticias Urbanas dialogó con Martín Kalos, de EpyCa Consultores, sobre la actual situación económica en el país y en el mundo, la difícil tarea de estabilizar y la propuesta económica más disruptiva de los últimos años que lanzó el candidato de Libertad Avanza; la dolarización.
“Hay un contexto global de los últimos tres meses, en el que el dólar se fortaleció a nivel internacional contra todas las demás monedas del mundo. Eso debería significar entonces que el peso tenga una pequeña tendencia devaluatoria”, explicó Kalos y señaló que “en Argentina es un factor casi marginal a esta altura, porque eso no te genera una corrida, en todo caso te genera un movimiento del tipo de cambio y listo”.
En esa línea, enfatizó que “el contexto argentino implica; que hace rato que venís con una oferta de pesos que es excesiva respecto de una demanda de pesos, que no existe” y destacó que “como nadie demanda pesos, la oferta que hay, por baja que sea, es un montón. Entonces, esos pesos buscan una salida y tienen pocas, dado que existe un cepo cambiario”.
Asimismo, el economista aseveró que las reservas están muy menguadas, con lo cual el poder de fuego del Banco Central “es limitado” y consideró que “el proceso electoral de varios meses se vuelve demasiado largo, hay diferencia entre el timing político y la imposibilidad de tomar decisiones de fondo respecto de la política económica”.
“El gobierno saliente no tiene tiempo para tomar decisiones que impacten, o mejor dicho, si tomara decisiones de mirar al largo plazo corre riesgo de hacerle sufrir a todos los costos de implementación de esa política para que venga el próximo y la cambie y tenga otra vez los costos de implementación de la siguiente política. Entonces no tiene sentido implementar una política de fondo”, afirmó.
El problema de la moneda
Puntualmente el problema hoy, según Kalos, es que hay una incertidumbre grande respecto de la política económica que se va a ejecutar en el futuro. “La crisis en la que estás se plasma en la aceleración nominal de todo, pero todavía no es una crisis que impacte en más empleo o en una recesión desbocada”, opinó.
En ese marco destacó que hay un “amesetamiento de las variables”, y adelantó que “las mismas no van a mejorar, están estancadas, como el nivel de producción de actividad, de empleo, que son los que están estancados”.
Además, señaló que “esa incertidumbre respecto de la política económica, lo que te genera es que haya necesidad de cubrirse frente a riesgos y esta vez los riesgos son altos, porque las propuestas de política económica que se plantean en esos tres candidatos son muy divergentes, incluyendo esa propuesta extrema de Milei”.
Al respecto, afirmó: “Acá hay cosas en las que los tres candidatos tienen cierto consenso, como llegar a un equilibrio fiscal rápido. Milei y Bullrich están de acuerdo en una reforma laboral, pero hay un punto donde están completamente desacuerdos los tres, que es la política cambiaria”.
Las propuestas de Milei
“Lo que propone es extremo, es una dolarización que para poder implementarla sería muy nociva, muy peligrosa para la economía argentina, le daría mucho daño”, opinó Kalos y detalló que “para empezar, intentar dolarizar va a ser un problema legal, tiene problemas técnicos, tiene problemas prácticos, no hay suficientes dólares e incluso sin saber si lo va a lograr o no, o cuánto tiempo le puede llevar intentarlo, lo que va a significar seguro es una devaluación abrupta del tipo de cambio”.
En tanto, explicó que el tipo de cambio no puede bajar de 3000 pesos por dólar ya que “no hay forma de que se dolarice a menos”. Asimismo, cuando se miran los precios de los dólares hoy, y en perspectiva histórica hacia el pasado, los dólares que están caros son los dólares paralelos.
“Realmente no tenemos este precio del dólar en términos reales desde hace mucho, incluso desde la salida de la híper, desde la convertibilidad que el tipo de cambio no está así de alto”, recordó el analista y reflexionó que, si se mira en torno a las expectativas, en un escenario hipotético donde Milei puede ser presidente e intentar dolarizar, “están baratos, ahí está el problema”.
Kalos consideró que “quien piense en cubrirse del riesgo de que Milei sea el presidente y vaya a dolarizar, mira esos dólares y dice ‘están baratos, compro’”, y reiteró que ésa es la demanda de dólares paralelos que se ve en estos días, que además está impulsada porque Milei insiste con frases que apuntan a eso.
“Si él dice que los pesos no valen nada, que entonces hay que sacárselos de encima ¿a dónde van a ir?, pues al dólar; la plata por no renovar los plazos fijos, ¿a dónde va a ir?, al dólar”. Luego aseguró que “su única táctica, su única propuesta económica es dolarizar. No tiene otra, no tiene plan B, no tiene un plan de transición hacia esa dolarización, no tiene pensado más que llegar y decir ‘dolarizo’ sin preocuparse cómo, sin preguntarse si lo puede hacer o qué consecuencias tiene, es realmente muy peligroso”.
En este escenario y a días de saber realmente cuántas posibilidades reales hay de llegar al extremo de la dolarización, los mercados continúan sensibles y la ambición es que la inflación y otras variables económicas sigan quietas, al menos para el Gobierno nacional, para que le den el tiempo suficiente para poder formular una estrategia para un plazo de tiempo mayor. Aun así, en el país en que las horas parecen ser días y los días semanas, sobre todo tan cerca de la votación, pueden suceder muchas cosas.