Cumplimos 40 años con elecciones libres. 40 años de avances y retrocesos. Raúl Alfonsín prometió 100 años de democracia, solo nos faltan 60 y eso no es negociable. Tenemos una república basada en el juicio y castigo a los genocidas de la última dictadura cívico militar, con la creación de la CONADEP y el Juicio a las Juntas impulsados por Alfonsín y luego con la reapertura de los juicios contra los represores impulsada por Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Una política de Estado respetada en el mundo e implementada por dos movimientos populares: el alfonsinismo y el kirchnerismo. Esa búsqueda de acabar con la impunidad se asentó en la lucha inclaudicable de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Hay tres hechos inéditos que ponen en riesgo la continuidad del sistema democrático que seguimos construyendo: la proscripción de la vice presidenta, el intento de magnicidio de la dos veces presidenta y el último es la aparición de un candidato a presidente que niega el terrorismo de Estado y cuestiona el sistema de representación. Para nosotros es imprescindible defender lo que logramos y frenar al neo fascismo, pero además construir una herramienta que convoque a los argentinos y argentinas a un futuro de igualdad.
Quienes nos identificamos con las ideas y militamos desde muy jóvenes en la Unión Cívica Radical entendemos que el giro hacia políticas neoliberales iniciado en el 2015 ya no tiene retorno. Es imprescindible que quienes nos formamos con el pensamiento y la acción de Larralde, Lebensohn, Illia y Raúl Alfonsín nos expresemos. El silencio no es una opción.
Tenemos clara cuál es la opción electoral que debemos apoyar este domingo 22 de octubre para frenar a la ultraderecha encabezada por Javier Milei, un candidato que desprecia la política, desprecia al Radicalismo. Nada tiene que ver su proyecto de país con el nuestro. Tampoco nos sentimos representados por el Radicalismo en Juntos por el Cambio que en su afán electoralista cedió banderas históricas y destruyó la legitimidad social que estábamos recuperando con mucho esfuerzo. Y cuya candidata apoyada por Macri expresa a la derecha conservadora con un programa que solo puede llevarse a cabo a través de un fuerte control social ejercido con represión por parte de las agencias de seguridad del Estado. No vienen a combatir el delito o al narcotráfico sino a disciplinar al sector de la sociedad que no está dispuesto a soportar el ajuste feroz que propone el FMI una y otra vez. Ese sector hoy no lo representan los los partidos sino los feminismos, los movimientos sociales y el movimiento obrero que no está burocratizado.
“La antinomia real es entre la casta reaccionaria, la casta del statu quo y el conjunto del pueblo que quiere poner en marcha al país”, dijo Raúl Alfonsín cuando dejábamos atrás a la dictadura.
Hay tradiciones políticas en la Argentina que necesitan renovarse y ceder la búsqueda de la hegemonía para construir el consenso necesario y lograr que nazca un gran Frente Amplio Democrático que enfrente en todos los ámbitos republicanos y movilice a la sociedad, para lograr más democracia y más justicia social. La construcción de ese frente nuevo no es una necesidad sino un paso en el camino para transformar a la Argentina y salir del subdesarrollo. La ultraderecha crece por nuestra falta de valentía y decisión, no por sus viejas ideas disfrazadas de novedosas.
Necesitamos: una nueva ley minera, la nacionalización del litio, una reforma agraria, el desarrollo de la industria naval. Denunciar la porción ilegítima de la deuda con el FMI, la democratización de la justicia. Hacer reales los derechos de los pueblos originarios, avanzar en la búsqueda de más derechos y más igualdad para las mujeres. Una profunda reforma del sistema educativo y un shock de inversión en ciencia y educación.
Es por ello y por la dignidad del pueblo argentino que éste 22 de octubre desde éste espacio de militancia en el que participamos radicales, peronistas; socialistas e independientes vamos a acompañar a los candidatos de Unión por la Patria: Sergio Massa, Axel Kicillof y Leandro Santoro.