El expresidente Mauricio Macri demanda definiciones urgentes dentro del Pro y quiere dejar de lado a las “palomas” que van por la neutralidad. Por eso, comenzó a apurar a diferentes dirigentes a que se definan por sí o por no. “No me vengan con estupideces. Es blanco o negro. No existe el neutral”. Esa frase llegó a oídos de dirigentes del Pro en todo el país.
Algunos, como Cristian Ritondo se apuraron para quedar de su lado. A partir de la llamada “Cumbre de Acassuso” que selló el acuerdo con Milei, el expresidente confía en aislar a los díscolos para demostrar que sigue siendo el jefe. Esa lista incluye a Horacio Rodríguez Larreta y todos los que tomaron esa postura, como María Eugenia Vidal.
Pero más allá de la obsesión de Macri para destruir a un Larreta que lo enfrentó, las miradas apuntan a dos figuras importantes. El primero es su primo, Jorge Macri, jefe de gobierno electo y quien tendrá un rol clave con poder a partir del 10 de diciembre cuando asuma como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El otro es Diego Santilli, por su representación territorial bonaerense y por haber sido el socio de Larreta durante décadas. Quienes rodean al ex candidato a gobernador aseguran que, cuando Santilli llegó a Acassuso (a la casa de Macri donde se selló el acuerdo con Milei), no sabía que estaría el libertario.
En la Ciudad de Buenos Aires, el Macri jefe de gobierno decidirá con sus tiempos. Todas las fichas marcan que apoyará a Milei, aunque la postura pueda ser “anti Massa” para no quedar pegado a La Libertad Avanza (LLA). No habrá una definición durante los próximos días, sino que esperará hasta el filo del cierre de la campaña.
Pero el exintendente de Vicente López suma presiones. A la exigencia de Mauricio, se le agrega que su equipo está formado por dirigentes diversos entre el Pro, la Unión Cívica Radical y hasta socialistas.
Santilli, por su parte, también marcó los tiempos. A sabiendas de la presión que ejerce Macri, comenzó una rueda de consultas con dirigentes que le responden. No quiere apurarse como hicieron tanto Ritondo como Néstor Grindetti.
Sin la presión de ejercer un cargo ejecutivo el 10 de diciembre, es muy probable que el “colo” termine apoyando a Milei sin hacer nombres propios. “La Argentina necesita un cambio”, será parte de su discurso oficial cuando considere que es el momento justo para dar su mirada. Si bien no jugará a fondo, evitará la neutralidad que manifestó de entrada Rodríguez Larreta.